Juan Carlos tiene seis años viviendo en la alcaldía Álvaro Obregón, su negocio se encuentra a unos pasos de la presa Becerra, la cual se ha convertido en un completo basurero.
No son basureros, son arterias que tienen que estar limpias para que funcione la ciudad. Se ha vuelto un foco de infección. Estamos empezando las lluvias y ya con cualquier lluvia se inunda, se desborda". Juan Carlos Cruz Mendoza
Ubicada en la avenida Minas en la colonia Arvide, la presa Becerra opera desde 1959. Sin embargo, hoy en día lo que alguna vez tuvo agua potable y fue hogar de animales y plantas, se ha convertido en un vertedero de basura y agua residual.
Los inquilinos de aquí de la zona arrojan la basura hacia las partes traseras de sus casas y con las lluvias se derrama y llegan aquí al vaso de la presa". Pedro Flores Álvarez, ingeniero residente del Interceptor Poniente de drenaje profundo, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
- Pese a que el servicio de recolección de basura pasa cada tercer día, los vecinos eligen arrojar los desechos a la presa.
Se vienen a estacionar y vienen con bolsa, hasta bolsas negras grandes, o sea les vale", señala Montserrat Olvera, otra vecina de la colonia Arvide.
A decir del personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, las labores de limpieza son constantes; sin embargo, el panorama no cambia.
Nosotros tenemos que sacar todo ese material y lo dejamos que se deshidrate para poderlo cargar y llevarlo a la zona de trasferencia". Pedro Flores Álvarez.
En la alcaldía de Álvaro Obregón existen 12 presas, cuya función en regular las descargas de agua al drenaje profundo. Sin embargo la contaminación de estos vasos reguladores los convierte en focos de infección y riesgo a la población.
Es un problema masivo debido a que tenemos una cantidad de habitantes bastante densa y eso hace que el impacto sea aún mayor". María Isabel Guerrero, coordinadora de programas y proyectos ambientales en Álvaro Obregón.
Les hace daño a los niños y a uno que ya está grande también, porque es mucha contaminación de basura, pues de pura suciedad y el olor cuando hace calor, huele horrible”, dice María Juana Jiménez, otra vecina de la colonia Arvide.
El panorama es poco alentador, ya que cada día aumenta la basura y, también la frecuencia e intensidad de las lluvias.