Si tu bebé vomita como el exorcista, con puñito cerrado y con la cara rojita, es probable que tenga cólicos; esto le sucede a uno de cada cinco bebés y lamentablemente no hay mucho que hacer.
Algunos expertos dicen que esto se debe a una inmadurez en el sistema digestivo causado por reflujo o alguna alergia a los alimentos e incluso, motivado por las propias mamás que fumaron durante el embarazo.
Para ayudar a tu bebé puedes presionar tantito su abdomen poniéndolo boca abajo sobre tus piernas o boca arriba en tu hombro dándole una ligera sobadita en su espaldita.
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