Tarde o temprano tu hijo aprenderá los colores en la escuela, pero no está por demás que tú les des una pequeña ayudadita en casa, a la hora del desayuno.
En la calle podrás reforzar lo aprendido en el hogar; pídele que te diga los colores que se van cruzando en su camino, si ya sabe hablar, te los dirá, y si aún no, al menos te lo puede señalar.
¿Cuántos colores se sabe tu hijo?