Una práctica común entre las personas es el llamado “snooze”, el cual consiste en poner varias alarmas con la intención de despertar a tiempo. Sin embargo, esta acción, que a primera vista parece inofensiva, podría tener efectos negativos más allá de ir retrasados, ya que, según expertos, el descanso y salud en general podrían verse afectados.
¿Por qué no es bueno poner varias alarmas o posponer que suenen?
El problema de posponer el despertador es que el sueño fragmentado que conlleva no sólo carece de beneficios, sino que en realidad podría afectar el resto del día, asegura Aarthi Ram, neuróloga especializada en Medicina del Sueño en el Hospital Metodista de Houston.
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“Los 10 minutos más de sueño que te concedes una y otra vez no son un sueño productivo. En todo caso, todo ese sueño interrumpido te hará sentir más aturdido“, indica Ram.
Esto se debe, según la experta, a que al posponer el despertador es posible que la persona se quede dormida o altere su ciclo de sueño, aumentando las posibilidades de sentirse más cansado durante el día.
“Para empezar, dormir demasiado en realidad te hace sentir más somnoliento durante el día e incluso cuando estás posponiendo la alarma, las desviaciones resultantes en tu horario de sueño pueden alterar el reloj interno de tu cuerpo, alterando el ritmo de importantes procesos biológicos. Esto no sólo puede hacer que te sientas fatigado cuando normalmente te sentirías alerta, sino que también puede afectar otras cosas, como tu metabolismo, tus niveles de energía y más”.
Aarthi Ram, neuróloga en el Hospital Metodista de Houston.
Por su parte, la psiquiatra Rosa Molina asegura que al hacer el “snooze” es posible que se produzca la “inercia de sueño”, es decir, una sensación de aturdimiento y de falta de energía.
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“Cada vez que nos despertamos para apagar la alarma se interrumpe el ciclo de sueño iniciándose uno nuevo. Estas interrupciones pueden llevar a lo que se conoce como inercia de sueño: una sensación de aturdimiento y de falta de energía”, explica Molina.
En consecuencia, dice la experta, “es fácil que cuando te levantes de la cama te sientas más cansado a pesar de que ‘dormiste un poco más’”.
“Snooze”, las consecuencias de posponer el despertador
Hacer del “snooze” una práctica recurrente puede afectar la calidad del sueño, esto debido a que aumenta las posibilidades de que eventualmente las personas despierten durante la fase de sueño profundo o fase REM, interrumpiendo su ciclo habitual del sueño. Esto por consecuencia trae un nulo descanso y una sensación de aturdimiento.
Además, puede afectar el sueño de las personas que están en la misma cama, habitación o incluso casa que usted, dependiendo del volumen de la alarma, indica la especialista del hospital houstoniano.
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Por otro lado, Molina señala que no está claro si el “snooze” es perjudicial para la salud mental, pero lo que sí se sabe, en base a estudios, que las personas que duermen menos horas tienden también a posponer el despertador al iniciar el día.
Así como que quienes duermen menos, padecen más enfermedades cardiovasculares, ansiedad, estrés, depresión y otras afecciones.