Fentanilo: de ser una droga legal para aliviar el dolor, a una ilegal que provoca muerte
El fentanilo se ha utilizado desde hace medio siglo en la medicina para calmar el dolor, explica el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Valentín Islas.
“Es una droga muy eficaz, muy efectiva para procedimientos, en ciertos procedimientos de cirugía mayor, es un coadyuvante en la anestesia general, aparte de que se utiliza como forma de parches dérmicos y de manera intravenosa para calmar el dolor en ciertos tipos de cáncer”, explica Valentín Islas Pérez, profesor de la FES Zaragoza de la UNAM.
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Su versión legal y útil se elabora con precursores químicos.
“La estructura química es muy parecida a la de la morfina, de hecho también se le conoce como análogo químico de la morfina, es un opiáceo”, abunda Islas Pérez.
Delincuentes ahora producen fentanilo
Sin embargo, desde hace poco más de una década, la delincuencia organizada la pervirtió. Ahora lo elaboran en tres pasos.
“Para el caso del fentanilo es clorhidrato de piperidona monohidratada y con eso obtiene el segundo derivado que es una piperidina, la nic piperidina, después de eso mediante otra reacción química se obtiene ya el fentanilo; es una ruta de tres pasos que es la que siguen la mayoría de los grupos delincuenciales”, explica el profesor de la FES Zaragoza.
La receta es fácil para laboratorios clandestinos sin control sanitario.
“En lugares muy alejados, muy escondidos, en donde reina todo tipo de contaminación, me refiero, al ambiental, (el fentanilo) puede combinarse con algún polvo u otra sustancia que por ahí pudiera haber, esto implica también otro riesgo adicional a la letalidad misma de esta sustancia”, abunda Islas Pérez.
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La falta de controles en estos pseudo laboratorios se traduce en muerte.
“La dosis letal de este fentanilo es de más o menos 200 microgramos, la milésima parte de un miligramo, esto para que se den una idea. Menos de un grano de sal es la dosis letal de esta sustancia. Entonces, si estos grupos delincuenciales mandan dosis más allá de las permitidas, de las letales, o de las que acostumbra el adicto, pues pueden producir la muerte”, señala el profesor de la FES Zaragoza.
Las personas adictas buscan placer en cualquiera de las presentaciones de esta droga sintética: pastillas, líquida o en polvo, pero pueden encontrar otra cosa.
“Tranquilidad, euforia, bienestar, etcétera, entonces en esta situación, pues se inyectan, consumen más de la dosis de 200 microgramos, pues son dosis letales, seguramente van a caer en estado de depresión respiratoria, paro cardiovascular, paro cardiaco y muerte”, explica Valentín Islas Pérez.
