Los pacientes que contrajeron COVID-19 son más propensos a desarrollar coágulos sanguíneos hasta 6 meses después de haberse infectado, así como embolias pulmonares y sangrados. Así lo reveló un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).
La investigación realizada por científicos suecos, liderada por el cardiólogo Ioannis Katsoularis, reveló que cada una de las afecciones sanguíneas y pulmonares tienen un lapso determinado de padecimiento de dos meses hasta medio año:
- Trombosis venosa profunda: riesgo alto hasta los dos meses de infección
- Embolia pulmonar: riesgo de infección hasta seis meses después de contraer COVID-19
- Hemorragias: posibilidad hasta dos tres meses posteriores al contagio
- Te podría interesar: Vacunas contra el COVID-19 no causan trombos: regulador británico
¿Quiénes están en riesgo de coágulos sanguíneos por COVID-19?
Los investigadores del Departamento de Salud Pública y Medicina Pública de la Universidad de Umea, Suecia, detallan que los pacientes con comorbilidades y quienes padecieron un caso de COVID-19 severo son considerablemente más propensos a desarrollar coágulos sanguíneos graves.
Estos avances médicos confirman que el SARS-CoV-2 tiene el potencial de producir coágulos sanguíneos severos, mejor conocidos como trombosis venosa, aunque también brinda un panorama más claro de cuál es el período de mayor riesgo.
¿Cuáles son las características de los pacientes estudiados?
Los investigadores identificaron a más de un millón de personas en Suecia infectadas por COVID-19 entre el 1 de febrero de 2020 y el 25 de mayo de 2021, y las emparejaron por edad, sexo y lugar de residencia con cuatro millones de personas que no estuvieron contagiadas.
Con ello calcularon las tasas de trombosis venosa profunda, de embolia pulmonar y de sangrado entre las personas que tuvieron COVID-19 a lo largo del período de control y lo compararon con el grupo sin contagio.
Según los investigadores, los mayores riesgos observados durante la primera ola comparados con las dos siguientes podrían explicarse por las mejoras en los tratamientos y la cobertura de vacunas entre pacientes de más edad.
Síntomas de coágulos sanguíneos
La Agencia para la Investigación y la Calidad del Cuidado de la Salud (AHRQ, por sus siglas en inglés) hace alusión a las señales más claras de que un paciente puede ser víctima de coágulos sanguíneos, ya sea por COVID-19 o no:
- Una hinchazón nueva en un brazo o pierna.
- Enrojecimiento de la piel.
- Dolor en su brazo o pierna.
- Un punto caliente en una pierna.
De cualquier forma, la AHRQ llamó a estar alerta de los siguientes síntomas, pues podrían significar que el paciente tiene una trombosis venosa. En caso de tener alguno de estas señales, se recomienda acudir inmediatamente con un médico:
- Dificultad para respirar.
- Dolor de pecho.
- Latidos cardiacos rápidos.
- Desmayos.
- Fiebre leve.
- Tos, con o sin sangre.
¿Cómo prevenir una trombosis venosa por COVID-19?
Los investigadores suecos recomendaron a los pacientes que han contraído COVID-19 en los últimos seis meses que no solamente hagan ejercicios pulmonares, sino que también tomen medidas de prevención para una posible trombosis venosa o coágulos sanguíneos.
La Agency for Healthcare Research and Quality enlista las siguientes medidas para evitar la formación de coágulos:
- Usar ropa, calcetines o medias holgadas.
- Levantar las piernas 15 cm por arriba del corazón, de vez en cuando.
- Usar medias de compresión, si su médico las receta.
- Cambiar de posición a menudo, sobre todo en viajes largos.
- No mantenerse de pie ni sentado más de 1 hora seguida.
- Comer menos sal.
- No golpearse ni lastimarse las piernas y evitar cruzarlas.
- No ponerse almohadas bajo las rodillas.
- Elevar la parte de los pies de la cama entre 10 y 15 cm, poniéndole abajo bloques o libros.