Junior era como cualquier animal de compañía, vivía en casa. Pero se convirtió en un perro de terapia asistida, para apoyar a niños con autismo, síndrome de Down o víctimas de violencia.
Su adiestrador, Jorge Isaac Velasco, destaca que casi todos los perros pueden recibir este entrenamiento, para ayudar al paciente a superar sus miedos y tener tolerancia.
“Si tu perro es o no de raza, realmente no importa. Porque si tu perro puede aprender y tiene cualidades socioafectivas, si tiene cualidades sociales va a ser un excelente perro de terapia”
Jorge Isaac Velasco | Psicólogo educativo y adiestrador canino
Junto con Junior, Fiona fue adiestrada para dejarse tocar, abrazar y transmitir afecto.
La responsable de ambos es Verónica Torres, admite que sus mascotas pasaron del patio de la casa, donde ladraban todo el día, a una noble labor.
“Y pues fue gratificante desde el momento en que vimos cómo salió adelante un niño de 13, 14 años con estas actividades… fue un gozo”
Verónica Torres | Responsable de perros de terapia asistida
Se hace una valoración de habilidades. Si el perro aprende rápido y es sociable, explica el entrenador Jorge Isaac Velasco, podría calificar para iniciar la etapa de entrenamiento.
“Un perro lo puedes haber rescatado de la calle a los 3 meses de edad, pero si tiene una crianza y un desarrollo bastante bueno, el perro va a tener actitudes de adulto bastante buenas”
Jorge Isaac Velasco | Psicólogo educativo y adiestrador canino
Ya entrenados, pueden dar acompañamiento en el hogar o acudir a donde estén los pacientes, como Fiona y Junior que acuden a casas de asistencia.
“Y darle el tiempo y la dedicación, y si no lo tienes pues invertirle un poquito. A lo mejor no te va a dar ese beneficio económico, porque yo no lo tengo, pero sí te va a dar ese beneficio que te da la emoción de sentir que ayudas a alguien, a alguien que lo necesita”
Para lograrlo, cuenta Verónica Torres, se requiere disciplina y mucho cariño.