Caso Rancho Izaguirre: ¿encubrimiento desde el Gobierno?
Pamela Cerdeira lanza una crítica directa y contundente sobre la narrativa oficial en torno al caso del Rancho Izaguirre, un sitio recientemente señalado por colectivos de buscadoras como un presunto centro de exterminio.
En su comentario, Cerdeira denuncia una cadena de actos institucionales que, en lugar de esclarecer lo sucedido, parecen enfocados en borrar la evidencia y proteger una versión conveniente para el Gobierno.
Lo que más le llama la atención, dice, es cómo desde los discursos de la presidenta Claudia Sheinbaum se insiste en “esperar a que hablen las investigaciones”, como si se buscara construir una historia paralela, minimizando la evidencia encontrada por las familias.
Según Cerdeira, esto no es sólo una falta de sensibilidad o empatía, sino una muestra de profesionalismo invertido: el uso del poder para encubrir, no para esclarecer.
La periodista también señala que, luego de mantener fuera a las buscadoras y a la prensa, la Fiscalía permitió una visita al lugar cuando ya habían sido retirados los indicios clave. Aún más grave, acusa que se taparon los hoyos donde se presume se quemaban cuerpos, para grabar contenido que niega la magnitud del hallazgo.
Pamela Cerdeira va más allá: esto no es sólo omisión, sino encubrimiento, y lo vincula con la política de “abrazos, no balazos” y las posibles conexiones del crimen organizado con sectores del poder.
En su opinión, el Gobierno no sólo ha fallado en brindar justicia a las víctimas, sino que ahora construye una narrativa que blanquea las atrocidades.
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