El periodista Javier Solórzano reflexiona sobre ¿qué va a pasar en la marcha de AMLO el próximo domingo? y la marcha del pasado 13 de noviembre a favor del Instituto Nacional Electoral (INE).
El analista destaca que “es una marcha que tiene muchas características y por encima de todo es un intento de ‘músculo’ y de que el presidente se haga ver. Me cuesta mucho trabajo pensar lo contrario y es evidente que la marcha del 13 de noviembre caló en el gobierno y en el presidente”.
“Se metieron que si eran 10 o 12 mil, el presidente dijo que eran 50 o 60 mil, luego dijo que no, esto cuando Martí Batres tiene enfrente todas las cámaras que tiene el gobierno de la Ciudad de México y sabía que eran evidentemente mucho más de 10 o 12 mil, pero se trataba de menospreciarla”.
Sin embargo, el experto asegura que “esto no ayuda mucho porque no le da este tinte de gobernabilidad a la ciudad y al país. Decir una cosa por otra no ayuda porque hay cosas que pueden contarse de una manera pero la ciudadanía sabe perfectamente de qué se trata y qué está pasando”.
Sobre la marcha prevista para el día 27 de noviembre, Solórzano dice que es “una marcha que en el fondo es un grito a la pleitesía, es una marcha en honor a Andrés Manuel López Obrador, organizada por Andrés Manuel López Obrador, quien la encabeza y es el único orador”.
“Esto es importante atenderlo porque es un acto de gobierno y se vale, pero lo que sí queda claro es que lo que subyace en relación a la marcha es que hubo una movilización muy importante el 13 de noviembre y que el presidente sabe que tiene que reaccionar y que naturalmente hay elementos propios de un gobierno que se van desgastando”, sostiene el periodista.
“Yo por encima de todo quisiera que fuera una marcha que se llevara bien, que estuviera bien, va a haber muchos gritos, va a haber muchas mentadas de madre en contra de los que macharon el 13 de noviembre, les dirán fifís, les dirán bola de conservadores neoliberales”.
Y resalta que la marcha de la sociedad civil llevada a cabo el pasado 13 de noviembre a favor del INE, “cambió la dinámica de las cosas en términos de las movilizaciones y en términos de la presencia de un sector de la población que no se había manifestado de manera tan contundente como esto”.
En el fondo, dice Solórzano que para la marcha del 27 de noviembre, “lo que menos acabó importando en la marcha fue la reforma electoral porque se habló de fiesta, la corcholata mayor dijo ‘ya es fiesta’, el presidente dijo ‘es informe’ y ‘es mi última marcha’ y todo mundo dio su propia versión de lo que es la marcha del domingo”.
“Que va a haber acarreados, el presidente lo reconoce. Así funcionan las cosas también. Pero más allá de ello, la gente también va un poco por su necesidad, pero tampoco podemos menospreciar que la gente vaya porque está creyendo en algo y eso es importante para todos. El gran problema es que […] yo quisiera pensar que los que encabezan el gobierno saben eso y les están respondiendo, y esa es la clave, si no hay respuesta, una desilusión más”.
Para Javier Solórzano, “hoy ya entramos en los terrenos en que hay que hacer un balance de gobierno y hay que preguntarnos si realmente el país cambio o incrementaron los pobres, o nos confrontamos aún más, si nos dividimos aún más”, ya que dice “todo eso estará en la balanza y seguramente la mente de mucha gente cuando vaya a votar en el 2024”.