Es importante lo que diga Trump, pero más importante lo que diga Sheinbaum
Javier Solórzano habla de los nuevos aranceles que anunciará Trump el miércoles 2 de abril a la espera de la respuesta de la presidente Claudia Sheinbaum.
Donald Trump ha dejado claro que le importa poco el impacto de estas medidas y que está dispuesto a aplicarlas sin miramientos. “Me importa un bledo”, dijo textualmente el expresidente y actual candidato republicano sobre las consecuencias de su política comercial.
La industria automotriz, uno de los sectores más afectados, está a la expectativa de lo que pueda suceder. Pero más allá de los aranceles en sí, lo que urge es adelantar la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Existen especulaciones sobre su futuro: algunos creen que podría dividirse en dos acuerdos bilaterales, dejando a México y Canadá en caminos separados.
México, por su parte, ha postergado su postura hasta el miércoles, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum dará a conocer su respuesta a los aranceles que Trump busca imponer, algunos de hasta un 20%.
La mentalidad de “Estados Unidos primero” regresa con fuerza, y México está atrapado en medio de una disputa comercial con su vecino del norte. Nuestra ubicación geográfica es una ventaja, pero también nos coloca en una posición comprometida.
Una opción sería aplicar aranceles a productos de corta duración y de alto impacto en la economía de los estados republicanos, forzando a que los propios agricultores y empresarios presionen a Trump para reconsiderar sus medidas. Sin embargo, cualquier decisión se complica por la naturaleza impredecible del expresidente.
En este contexto, el papel de Claudia Sheinbaum será clave. Lo que diga Trump será relevante, pero más importante será la postura que adopte la mandataria mexicana, concluye Solórzano.
