El futuro de Morena: poder contra poder
Javier Solórzano habla que en Morena parece que se viene una lucha interna por el poder del partido gobernante.
El periodista señala que el fin de semana dejó entrever las profundas tensiones internas que atraviesa Morena, un partido cuya mayor fortaleza parece ser, paradójicamente, su mayor problema.
“Es muy difícil que Morena, teniendo una oposición tan diluida, tenga en la oposición una especie de referente. Morena acaba teniendo su referente en Morena. Y es ahí donde empiezan las diferencias. Yo diría que no es un asunto de dramatizar las diferencias, sino entenderlas. Pero de que hay diferencias, hay diferencias”.
Javier Solórzano
Estas diferencias se evidenciaron recientemente en una confrontación entre dos figuras clave del partido: Adán Augusto López y Ricardo Monreal.
“Dos de sus principales protagonistas, dos corcholatas, dos personajes que López Obrador colocó en una lista —sobre todo a uno de ellos; el otro se metió casi que por la puerta de atrás— tuvieron una confrontación que, tarde que temprano, alguien tenía que resolver. Y no hay otra persona que lo haga que no sea la presidenta”.
Javier Solórzano
La disputa estuvo marcada por acusaciones de malos manejos y tensiones en torno al dinero, lo que llevó a un llamado a la calma por parte de la dirigencia del partido.
Solórzano describe que el principal desafío de Morena radica en gestionar los múltiples intereses que convergen en su seno.
“El principal problema para Morena va a ser Morena. La mayoría es su principal problema. ¿Por qué? Porque tienen que coordinar una gran cantidad de intereses que, históricamente, proceden de diferentes líneas de concepción de la política. Y entonces, tarde que temprano, enfrentan problemas relacionados con el botín. Cuando hablo del botín, hablo del dinero, hablo de los cargos, hablo de las influencias, hablo de todo lo que son componendas”.
Javier Solórzano
La figura de López Obrador sigue siendo central, pero su capacidad para imponer decisiones dentro del partido ha disminuido. Aunque Morena enfrenta un panorama interno complejo, su relación con el país sigue siendo sólida.
La presidenta nacional de Morena enfrenta el reto de mantener la cohesión en un partido que no siempre parece dispuesto a seguir una línea clara.