Estados Unidos creará un equipo especial para analizar la reforma eléctrica del gobierno de México, informó este jueves John Kerry, enviado estadounidense para el clima, tras reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El tema de la reforma energética está sobre la mesa aquí en México y presentamos junto a nuestro embajador (…) ideas sobre cómo esa reforma puede reflejar las posibilidades de avanzar de manera eficaz”, declaró Kerry.
López Obrador ha sostenido que su reforma respeta lo convenido en el T-MEC y que favorece las energías limpias, además de combatir los “negocios sucios”, pero también que, en su gestión, la forma de hacer acuerdos comerciales “ha cambiado”.
Tras el encuentro de este jueves, el presidente mexicano calificó el diálogo, al que asistieron representantes de empresas estadounidenses y que duró 7 horas, como “amistoso”.
Para nuestro analista político es claro que el gobierno mexicano es soberano y puede hacer lo que quiera. La pregunta es si tiene claro cuáles son las implicaciones.
El enviado especial, John Kerry, tiene un objetivo claro: impulsar la transición energética en el mundo. Este tipo de visitas no son exclusivas para México. Lo ha hecho por todo el planeta y lo que está tratando de propiciar es que dejemos lo más rápido posible el hidrocarburo. Y ciertamente la reforma propuesta por el presidente, pues va en el sentido contrario.
Dice Kerry que ha quedado en el limbo mucha inversión de Estados Unidos, pero sobre todo buscan ayudar a descarbonización la economía mundial.
En su conferencia matutina del jueves, López Obrador adelantó que en la reunión reiteraría que su iniciativa reserva al menos 54% de la producción de electricidad a CFE, contra el 38% actual.