A propósito del júbilo de los habitantes de la isla de Cozumel quienes esta semana recibieron, después de un largo tiempo, el primer crucero con mil pasajeros a bordo, el embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco reflexiona en torno al escenario actual que vive el turismo en México y el mundo y lo que podría ayudar a incentivar este sector económico después de la pandemia de COVID-19.
“Pareciera que el turismo después de muchos meses de una situación sumamente difícil [la pandemia], de pronto pareciera reactivarse”.
De acuerdo con nuestro colaborador, esto es una buena noticia, porque “el año pasado el promedio mundial el flujo de visitantes a diversos países cayó 74%”.
Barranco señala que aunque la reactivación del turismo en el mundo dependerá de las pautas y lineamientos en términos generales que dicte la Organización Mundial de Turismo, tal como ha venido sucediendo en partes de Europa y Norteamérica.
Será necesario “desarrollar la imaginación para recuperar el terreno perdido en un escenario en el que será bastante difícil la competencia”.
“Por ejemplo, en Italia se está viendo la posibilidad de que algunos hoteles ofrezcan una noche gratis para aquellos que tengan la posibilidad de contratarlos y en otros países se dio la oportunidad de abrir el ecoturismo”.
Alberto Barranco asegura que el desarrollo del turismo en la nueva normalidad “dependerá de cada uno de los países y los estándares sanitarios por la pandemia de COVID-19 que ofrezcan para dar confianza a la población que llega de otros países, así como de una oferta mejorada”.
No obstante, puntualiza que en el caso de México habrá que “renovar el espíritu que lo distingue de ser buenos anfitriones”.