La Organización Mundial de la Salud (OMS) reanudó los ensayos clínicos con hidroxicloroquina este míercoles para tratar pacientes con COVID-19. Las pruebas con el fármaco fueron suspendidas para efectuar una revisión de seguridad, luego de la publicación, en una las principales revistas médicas del mundo, de un estudio que consideraba contraproducente la administración del medicamento.
La suspensión por parte de la OMS se dio el pasado 25 de mayo tras de la publicación de un estudio en la revista médica The Lancet, que consideraba ineficaces y hasta contraproducentes la cloroquina y sus derivados como la hidroxicloroquina para luchar contra la COVID-19, dijo en aquella ocasión el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Según el polémico artículo publicado el 22 de mayo en la famosa revista, la hidroxicloroquina se relacionó con un mayor riesgo de muerte en pacientes que tomaron el fármaco en su lucha contra la COVID-19, en comparación con aquellos que no les fue administrado.
¿Quién está detrás del polémico estudio que detuvo ensayos clínicos de la OMS?
Una investigación de The Guardian reveló este miércoles que detrás del estudio se encuentra Surgisphere, una compañía con sede en Estados Unidos, y que entre sus empleados parece incluir un escritor de ciencia ficción y un modelo de contenido para adultos.
De acuerdo con el reportaje del medio inglés, esta compañía también ha proporcionado otros datos para múltiples estudios sobre la COVID-19, pero ha hasta ahora "no ha podido explicar adecuadamente sus datos o metodología".
El estudio se basa en los datos de unos 96 mil pacientes ingresados entre diciembre y abril en 671 hospitales del mundo y compara la evolución de quienes recibieron este tratamiento y de quienes no.
Aunque parte de la comunidad científica duda de la eficacia de la hidroxicloroquina, muchos expertos expresaron a la vez sus dudas en cuanto a la fiabilidad de este trabajo.
Varias decenas señalaron en una carta abierta su "preocupación" por la metodología empleada en este trabajo, basado en información recopilada por Surgisphere.
The Lancet toma distancia del estudio
The Lancet tomó distancia del criticado estudio que publicó sobre los posibles efectos negativos de la hidroxicloroquina entre enfermos de la COVID-19, al admitir que este plantea "serias cuestiones científicas".
La publicación "alerta a los lectores sobre el hecho de que surgieron serias cuestiones científicas" sobre este estudio, actualmente bajo una auditoría promovida por varios de sus propios autores, indicó The Lancet.
Esta advertencia fue publicada el martes como una "expression of concern" ("expresión de preocupación"), un término formal empleado por las revistas científicas cuando un estudio plantea potencialmente un problema.
New England Journal of Medicine también emite alerta
Por su parte, el New England Journal of Medicine (NEJM), publicó el martes una "expression of concern" acerca de un estudio realizado por el mismo equipo con las bases de datos de Surgisphere, sobre un vínculo entre la mortalidad de la COVID-19 y las enfermedades cardíacas.
Para el doctor francés Gilbert Deray, del hospital parisino Pitié-Salpêtriére, las advertencias de The Lancet y del NEJM son una señal de que ambos estudios están "en vías de retractación", lo que supondría un "desastre" para la reputación de estas prestigiosas revistas.
Esto ilustra que el ritmo científico debe desconectarse del mediático. La emergencia de la pandemia no justifica estudios mediocres", tuiteó el doctor Deray.
No es la primera vez que la hidroxicloroquina se encuentra en medio de un debate internacional, hace unas semanas surgieron varias dudas alrededor de su consumo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que consumió el fármaco por varios días para atenuar los síntomas en caso de que llegara a contraer el virus.