En el marco del Día del Donante de Sangre 2020, el valor de la acción se multiplica al doble, pues las medidas sanitarias debido a la pandemia por el nuevo coronavirus COVID-19 se incrementaron; así fue donar en plena Fase 3.
La cita fue en el Banco de Sangre del Hospital 20 de noviembre, donar sangre en otras ocasiones me dio un panorama del escenario, filas interminables de gente y esperar por horas el proceso el cual, dependiendo de las administraciones, tarda entre 2 y 4 horas, de principio a fin. Sin embargo en este 2020, la pandemia por el coronavirus COVID-19, hizo diferente la experiencia.
Donante de sangre, ten paciencia
Al llegar, la primera fila comienza desde la entrada, las medidas sanitarias exigían cubrebocas y sana distancia, además de acceso a grupos pequeños. La impaciencia al ver la fila, solo en la entrada crecía cuando en mi reloj daban las 8:30 de la mañana, siendo que llegué minutos antes de las 7:30. El ayuno de unas horas antes ya hacía merma en mi estómago vacío. Tras la entrada de varios grupos antes que el mío, entramos por grupos de 5, tres señoras, que era su primera vez al donar, un hombre con canas y yo.
El acceso exigió lavado de manos, con jabón líquido y una regadera improvisada con un mini garrafón con hoyos en la tapa. Se nos acabó el gel, ya pedimos más en la entrada pero no hay material, jefe- Me dijo el guardia de seguridad, cuando le cuestioné la acción. Después lanzó a quemarropa, que allá dentro me tenía que formar de nuevo pero que en la sala de espera sí había gel. "¿Son más filas entonces?" pregunté, "sí, el sábado, es cuándo más gente se hace", me respondió.
Adentro, las mujeres de mi grupo iban nerviosas, donar por primera vez sangre pone nervioso a cualquiera, sin embargo, un breve escaneo y mi experiencia como donante, me hizo descartar a dos de ellas enseguida, muy bajitas, a ellas por lo regular las rechazan, pensé. En estos casos, nunca he entendido desde la primera vez, por qué dejan que la gente que no califica tenga que perder hasta horas, para que al final de todo el proceso te disparen un "usted no es candidato" en la cara.
Llegamos a la sala de espera, había al menos dos grupos de acceso previos en la sala, ahí no hubo tanta sana distancia, sentados uno junto al otro, mi grupo se hizo uno con los que ya estaban adentro esperando ser pesados y llenando el cuestionario de rutina el cual contiene el nombre del paciente, la clínica, y demás datos médicos, además de los campos para llenar tus datos personales y sobre la calidad de la sangre que pretendes donar. Dos horas se consumieron en esperar después de todo, el papeleo previo, la toma de muestra. Ya iban, poco más de tres horas.
¡Aguas con la aguja al donar sangre!
En lo personal, la toma de muestra duele más que la misma donación, la aguja para checar qué tan buena es tu sangre y saber el grupo consanguíneo asusta hasta el más valiente, más en tiempos de la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19. Chequé que fuera nueva, das tu brazo contrario al que donarás y esperas que el metal atraviese tu cuerpo, y al dolor que representa personal inexperto, el cual casi siempre me poncha mi delgada vena.
Luego pasas al consultorio médico, donde te hacen preguntas personales, para verificar qué tan segura es la sangre del donante, las preguntas pueden variar pero por lo regular te preguntan si tienes tatuajes, cuándo fue tu último alimento, cuántas parejas sexuales has tenido, si has tenido malestares una semana antes. El proceso dura alrededor de 20 minutos y después vuelves a esperar, al menos media hora más para qué te digan si puedes ser donante de sangre o no.
Cómo lo predije, las mujeres de mi grupo de acceso, fueron rechazadas, y tuvieron que esperar alrededor de 4 horas ya para decirles la mala noticia, eso es quizá, para los donantes en el proceso, el momento más frustrante, el cual, por mi experiencia en 5 distintos bancos de sangre se repite en todos.
Así es ser donante de sangre
Luego de que te aprueban para la donación pasas a los sillones, las recomendaciones son las mismas cuando te conectan a la máquina bombeadora: no cruzar tus pies, abrir y cerrar la mano y decirle al personal si sientes mareos o molestias, luego esperas minutos. A que se llene la bolsa de sangre. Después tienes que levantarte despacio, y esperar unos minutos, para pasar a comer.
Tras donar, es obligatorio que consumas alimentos, los cuales siempre consisten en un jugo, fruta y un sándwich. Te recomiendan empezar por el jugo y ojo, ¡no puedes irte sin tomártelo!. Al final te dan tu hoja de donante, la cual presentas en el área de Trabajo Social del hospital donde está tu paciente, aunque en algunas instituciones ya lo mandan por mail.
- Después casi cinco horas y media, y luego de varios filtros donde tienes que usar el gel antibacterial y formarte en al menos 5 filas, el proceso de donar sangre en medio de la pandemia quedó terminado.
Recuerda que donar sangre es salvar vidas y en este Día del Donante 2020, es un buen pretexto para regalarle un soplo de esperanza a alguien. Sigue en Twitter la cuenta@donaenvida donde se publican las necesidades de donación diarias en el país.