Una tortuga que pertenece a una especie en peligro de extinción pudo nadar de nuevo en Tailandia, gracias a la noble ayuda de unos veterinarios que le adaptaron una prótesis de aleta en su extremo izquierdo.
La tortuga, que logró nadar otra vez, se llama Goody y perdió su aleta izquierda hace años después de que la enredaron en una red de pesca, dejándola inmóvil y estresada en cautiverio.
La ayuda que recibió por parte de los veterinarios fue una aleta protésica diseñada especialmente. Su regreso al agua ha sido con facilidad, tras recibir la primera aleta protésica para tortugas en Tailandia la semana pasada.
- Los veterinarios indicaron que tras rehabilitar a Goody, la están cuidando todo el tiempo porque es una tortuga en peligro de extinción.
Está nadando mucho mejor y está aprendiendo a usar las dos aletas para girar. Puedes ver la diferencia", comentó Nantrika Chansue, veterinaria que participó en el desarrollo de las aletas protésicas.
Durante el año pasado tanto autoridades ambientales tailandesas, como investigadores de la Universidad Chulalongkorn en Bangkok se han puesto a trabajar en proyectos que les permitan desarrollar prótesis para las tortugas marinas que resultan heridas.
- Debido a las actividades humanas, las tortugas marinas suelen resultar heridas o incluso morir. Sufren daños principalmente por la ingestión de demasiado plástico, por quedar atrapadas en redes de pesca o incluso ser golpeadas por hélices de barcos.
Antes de conseguir nadar de nuevo, Goody lo hacía con dificultad valiéndose sólo de su aleta derecha. Así vivió por un tiempo en un espacio confinado con otras tortugas heridas.
Diez tortugas más presentan las dificultades de Goody y son parte de un programa que busca ayudarlas a nadar nuevamente con facilidad. Para que el éxito del proyecto del que son parte se consolide, es necesario que cada prótesis esté diseñada y probada para adaptarse a cada tortuga, en función del estado de su lesión, sus hábitos de natación y su peso, entre otros factores.