Una ley de derechos civiles ahora protege a la comunidad LGBT de la discriminación en el trabajo, un logro histórico, que se dio tras el fallo de la Suprema Corte de los Estados Unidos este lunes.
El histórico fallo 6-3 representó el momento más importante para los derechos LGBT desde que la Suprema Corte legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país en 2015. Dos jueces conservadores se unieron a los cuatro liberales de la corte en la decisión.
El juez Neil Gorsuch, quien formó parte del tribunal, escribió que "un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transgénero despide a esa persona por rasgos o acciones que no habría cuestionado en miembros de un sexo diferente".
Nueva protección para la comunidad LGBT en EU
La resolución de los jueces dictamina que las personas homosexuales y transgénero están protegidas bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe a los empleadores discriminar a los empleados por motivos de sexo, raza, color, nacionalidad y religión.
Antes de este 15 de junio, en 28 estados de Estados Unidos todavía era común que empleados homosexuales y transgénero se enfrentarán a prejuicios en su lugar de trabajo.
"La decisión histórica de la Corte Suprema afirma lo que ni siquiera debería haber sido un debate: los estadounidenses LGBTQ deberían poder trabajar sin temor a perder empleos por ser quienes son", dijo Sarah Kate Ellis, presidenta GLAAD (en inglés, Gay and Lesbian Alliance Against Defamation), es una organización dedicada al activismo LGBTQ.
La lucha legal se centró en la definición de "sexo" en el Título VII. Los demandantes, junto con grupos de derechos civiles y muchas grandes empresas, habían argumentado que la discriminación contra los trabajadores homosexuales y transgénero se basaba inherentemente en su sexo y, en consecuencia, era ilegal.
Derrota para la administración de Trump
El fallo, en dos casos de derechos de homosexuales de Georgia y Nueva York y un caso de derechos de personas transgénero de Michigan, reconoce la protección de los nuevos trabajadores en la ley federal.
La administración de Trump había respaldado a los empleadores que fueron demandados por discriminación. La administración y los empleadores argumentaron que el Congreso no tenía la intención de que el Título VII protegiera a las personas homosexuales y transgénero cuando aprobó la ley. Gorsuch admitió ese punto en su opinión, pero dijo que lo que importaba era el texto de la ley.
El sexo juega un papel necesario e indiscutible en la decisión, exactamente lo que prohíbe el Título VII", escribió Gorsuch.