Tras el término del confinamiento en China han regresado las densas capas de contaminación. Los niveles han vuelto a superar a los del año pasado, luego de que se relajaran las medidas para combatir la pandemia del nuevo coronavirus, según un estudio del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés), con sede en Helsinki.
Hay claras señales tempranas de advertencia de que la recuperación de China de la crisis provocada por la COVID-19 está revirtiendo las mejoras en la calidad del aire".
Durante el momento cumbre de la propagación del virus en China en el mes de febrero, los niveles medios de algunas partículas contaminantes se redujeron significativamente respecto al mismo periodo de 2019.
Sin embargo, los niveles medios de algunos contaminantes han repuntado desde entonces y fueron más altos en los 30 días que terminaron el 8 de mayo en comparación con el mismo período en 2019, según dijo CREA en su análisis de los datos de mil 500 estaciones de vigilancia de la calidad del aire en China.
Según CREA, el incremento se produjo en dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas finas, lo que sugiere que la tendencia se debe a un repunte de la actividad industrial.
Las regiones con grandes concentraciones de fábricas registraron mayores aumentos en las emisiones de dióxido de nitrógeno. Las zonas urbanas densamente pobladas, donde los mayores emisores de gas son en su mayoría vehículos en lugar de fábricas o plantas de energía, mostraron aumentos menores.
En cualquier caso, según el CREA, la preocupación por la transmisión del virus en el transporte público ha provocado que más personas hayan preferido utilizar los vehículos particulares, lo que ha contribuido también al aumento de la contaminación.
Según el informe, el repunte era esperado, pero lo que "no es evidente" es que la contaminación del aire supere los niveles de antes de la crisis, especialmente cuando muchos sectores económicos todavía no han recuperado completamente la actividad.
La contaminación, un factor clave en muertes por COVID-19
La contaminación por si sola trae daños a la salud, pero en la era del coronavirus, las complicaciones que puede provocar la contaminación, crecen.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard, los pacientes infectados con COVID-19 que viven en áreas con altos niveles de contaminación son mucho más propensos a morir de la infección, que los pacientes en partes más limpias del país.
En un análisis de 3 mil 80 condados en los Estados Unidos, los investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard descubrieron que niveles más altos de partículas diminutas y peligrosas en el aire conocidas como PM 2.5 se asociaron con tasas más altas de mortalidad por la enfermedad COVID-19.
El estudio también reveló que una persona que vive durante décadas en un condado con altos niveles de partículas finas tiene 15 veces más probabilidades de morir por el coronavirus que alguien en una región con una unidad menos de contaminación por partículas finas.