Alumnos de la UNAM crean chaleco inteligente para ciclistas
Se prevé que el chaleco se comercialice en 600 pesos. Foto: Notimex
Un grupo de alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron un chaleco inteligente llamado Safe Ride, para que los ciclistas sean visibles en la noche y así evitar accidentes que pongan en riesgo su vida.
El dispositivo creado por alumnos de la Facultad de Ciencias cuenta con una pila de litio 3.7 voltios recargables y ledes en la parte trasera en forma de direccionales, las cuales se encienden si los sensores detectan movimiento, detalla la UNAM en un comunicado.
El estudiante de Física, Damián Real, uno de los creadores del dispositivo, explicó que los ledes del chaleco prenden de manera intermitente cuando el ciclista estira alguno de sus brazos, lo que alerta a los automovilistas y peatones.
Además, el dispositivo cuenta con una conexión directa al teléfono móvil, lo que permite alertar a los usuarios vía Twitter si la bicicleta sufre cambios de aceleración.
Real describió que la prenda posee un acelerómetro con tres ejes y al haber un cambio en la aceleración del eje X, que podría ser el frontal, éste se registra en el "cerebro" del chaleco programado para percibir los cambios.
Al sentir una variación en la aceleración, el chaleco manda una señal al celular mediante el sistema Bluetooth, la cual se envía a los usuarios registrados con la API (Application Interface) de Twitter, lo que permite saber dónde ocurrió, detalló el estudiante.
“Intentamos desarrollar un chaleco que fuera cómodo, barato, simple y que permita usar el lenguaje que utilizan los ciclistas para alertar sobre las vueltas a la izquierda o derecha, y así tener mayor luminosidad”, resaltó.
El estudiante prevé que a finales de mayo se concrete la etapa de mercado y se comercialice la prenda en un precio estimado a los 600 pesos.
Refirió que una de las ventajas del chaleco con respecto a otros productos similares es que al ser inteligente, tiene un sensor que se puede autocalibrar, pues posee un algoritmo programado que autoajusta el sensor según la posición que adopte el ciclista.
“Nunca genera ruido, no envía una señal falsa y al estirar el brazo se prende la direccional, incluso, puede usarse bajo la lluvia y no tiene ningún problema”, agregó Roberto Rivas, egresado de la licenciatura de Matemáticas y otro de los desarrolladores.