Pide príncipe Guillermo a Obama atacar tráfico de animales
Los duques de Cambridge aterrizaron este domingo en NY para una gira de tres días.
El príncipe Guillermo, duque de Cambridge, visitó este lunes la Casa Blanca y fue recibido en el Despacho Oval por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, antes de pronunciar un discurso en el Banco Mundial (BM) en el que pidió más cooperación internacional contra el tráfico ilegal de animales salvajes.
Los duques de Cambridge, que esperan a su segundo hijo para el mes de abril, aterrizaron este domingo en Nueva York para realizar una visita de tres días.
Por la mañana, el príncipe tomó un avión comercial para trasladarse a Washington, según un portavoz del Palacio de Buckingham, y su esposa, Catalina, se quedó en Nueva York, donde tenía previsto visitar un centro de infancia en Harlem junto a la esposa del alcalde, Chirlane McCray, y almorzar con empresarios y artistas británicos que residen en la ciudad.
Alrededor de las 10:00 horas, Guillermo llegó a la Casa Blanca, realizó un tour por la residencia presidencial y fue recibido por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y su esposa, Jill. Después el nieto de la reina Isabel II de Inglaterra mantuvo una breve reunión con Obama en el Despacho Oval.
En las imágenes difundidas después por las televisiones se escucha al duque comentando entre risas el "caos" que se generó con el nacimiento de su hijo, el príncipe Jorge, en julio de 2013 y anticipando que 2015 será un año "atareado" con la llegada del nuevo bebé.
Mientras, Obama calificó de "muy importante" la labor que desarrolla el príncipe para concienciar sobre la necesidad de combatir a nivel global el tráfico ilegal de fauna salvaje y de especies protegidas.
Antes de volver a Nueva York para reunirse con su esposa, el duque pronunció precisamente una conferencia sobre ese tráfico ilegal en la sede del BM en Washington. Guillermo comenzó su discurso alertando de que el tráfico ilegal de fauna salvaje "es una de las más insidiosas formas de corrupción y criminalidad" en el mundo actual.
Además, recordó que su compromiso con la lucha contra esa práctica está inspirado en el trabajo que han venido realizando al respecto tanto su padre, el príncipe Carlos, como su abuelo, el duque de Edimburgo, durante más de 50 años.
Según enfatizó el duque, el tráfico ilegal de animales salvajes y especies protegidas es "un crimen" que "no reconoce fronteras, socava el desarrollo" y tiene "implicaciones alarmantes" para la seguridad global.
Por ello, incidió en la "necesidad" de una mayor colaboración entre la comunidad internacional para combatir a las redes criminales que llevan a cabo ese comercio ilegal y, en muchos casos, están vinculadas también con el tráfico de armas, drogas y personas.