EU se opone a que Nigeria negocie con Boko Haram
Sin embargo, el gobierno nigeriano dejó la puerta abierta a una negociación.
La Casa Blanca indicó que no apoya la posibilidad de una negociación entre el Gobierno de Nigeria y la milicia radical islámica Boko Haram para el rescate de las más de 200 menores secuestradas, al considerar que no forma parte de su política hacer concesiones a secuestradores.
"Nigeria es la que decide cómo enfrentar a Boko Haram en este caso, por supuesto, y nosotros tenemos un rol secundario. Pero es la política de Estados Unidos negar a los secuestradores los beneficios de sus actos criminales, y eso incluye recompensas o concesiones", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en rueda de prensa.
El Gobierno nigeriano dejó la puerta abierta a una negociación con el grupo Boko Haram, después de que el líder fundamentalista Abubakar Shekau divulgara un vídeo en el que exige la libertad de sus militantes para poner fin al secuestro de las niñas.
Preguntado por si el Gobierno estadounidense está aconsejando al nigeriano que no negocie con Boko Haram, Carney respondió que "esa es ciertamente la posición de Estados Unidos".
El portavoz confirmó, además, que Estados Unidos está llevando a cabo vuelos de reconocimiento con aviones no tripulados en coordinación con el Gobierno de Nigeria, con el fin de facilitar la localización de las niñas.
Estados Unidos envió la semana pasada a Nigeria un equipo formado por unas 30 personas de los Departamentos de Defensa y Estado, además de personal del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en el que hay expertos en inteligencia y en situaciones de secuestro, para asistir a las autoridades nigerianas en la búsqueda.
Las niñas fueron secuestradas en una escuela de la localidad de Chibuk el pasado 14 de abril y se estima que alrededor de 130 de ellas aparecen en la cinta divulgada el lunes por la milicia islámica.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer la "sharía" o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.