“¡Cuánto quisiera que fieles se arrodillaran ante los pobres!”: Papa
“¡Cuánto quisiera que a la entrada de un pobre a la iglesia (los fieles) se arrodillaran en veneración!”, clamó este martes el Papa Francisco en una videomensaje que envió a un grupo de indigentes que montaron una obra teatral gracias a la ayuda de la organización Caritas.
La obra titulada “Si no fuera por ti” se presentó la tarde de este martes en el Teatro Brancaccio, uno de los más importantes de la capital italiana, y los propios huéspedes de los centros de acogida se convirtieron en actores para relatar sus experiencias de abandono y marginación.
“Estoy contento de estar en este mundo entre ustedes, de complacerme con su valentía, de decirles que no pierdan la confianza y la esperanza. ¡Dios los ama, ama a todos!”, dijo el pontífice, hablando en italiano.
Destacó la modalidad del ejercicio y lo catalogó como una ocasión para el diálogo, donde los pobres estén “en la cátedra” y los demás escuchando, seguramente, “maravillados” por las riquezas ofrecidas.
“¿A quién se le ocurre que una persona sin hogar puede ser una persona de la que hay que aprender? ¿Quién cree que puede ser un santo? En cambio, esta tarde, ustedes desde el escenario nos transmiten enseñanzas preciosas sobre el amor, sobre la necesidad, sobre la solidaridad”, insistió.
Sostuvo que la pobreza fue una “gran enseñanza” de Jesús, quien fue al río Jordán a ser bautizado no por necesidad de penitencia o conversión, sino para estar en medio de la gente que necesita perdón, para liberarlas de sus miserias.
A los sin techo les aseguró que “no son un peso” sino “una riqueza” sin la cual los cristianos no podrían descubrir el rostro de Dios.
“¡Cuánto quisiera que la Iglesia de Roma se manifestara cada vez más como madre atenta y premurosa hacia los débiles! Todos tenemos debilidades, todos tenemos, cada uno las propias”, indicó.
“¡Cuánto quisiera que las comunidades parroquiales en oración, a la entrada de un pobre a la Iglesia, se arrodillaran en veneración de la misma manera como cuando entra el Señor! ¡Cuánto quisiera esto, que se tocara la carne de Cristo presente en los necesitados de esta ciudad!”, estableció.