Acepta museo suizo obras de arte robadas por nazis
Se trata de una colección de más de mil 200 obras robadas a judíos.
El Museo de Arte de Berna aceptó a regañadientes parte de la multimillonaria colección de obras de arte del fallecido Cornelius Gurlitt, un alemán que mantuvo oculto un tesoro de obras maestras robadas a sus dueños judíos por los nazis.
Christoph Schaeublin, del Museo de Berna (KMB), anunció en Berlín que la institución aceptará las obras de arte dejadas por Gurlitt -fallecido en mayo a los 81 años- y que los expertos hayan determinado que no fueron robadas por los nazis. Las otras permanecerán con las autoridades germanas hasta que se verifique su procedencia.
"Esta no fue una decisión fácil para nosotros y no hubo gritos de alegría", dijo Schaeublin, que admitió que al museo lo tuvo que convencer la ministra de Cultura alemana, Monika Grütters.
"Cualquier obra de arte considerada robada o, incluso, considerada como posiblemente robada nunca oscurecerá el umbral del KMB", dijo Schaeublin, presidente de la junta de administradores del museo. Aseguró que "ni siquiera tocarían territorio suizo".
El museo descubrió en mayo que había sido nombrado único heredero de Gurlitt, quien mantuvo en secreto una colección de más de mil 200 obras escondidas por décadas hasta que inspectores de impuestos las encontraron durante una visita a su apartamento en Múnich en 2012, tras hallarlo con una importante suma de efectivo en un tren procedente de Zúrich.
El inesperado tesoro, compuesto por obras maestras modernistas y renacentistas que incluyen trabajos de Chagall y Picasso, fue reunido por su padre Hildebrand, un comerciante de arte encargado de vender lo que Adolf Hitler llamaba arte "degenerado".