Temporada de huracanes en Atlántico puede ser la más tranquila en 30 años
Se espera la formación de entre ocho y 13 tormentas tropicales.
La cuenca atlántica afrontará a partir del domingo una temporada de huracanes que puede convertirse en la más tranquila en 30 años, debido al desarrollo del fenómeno de "El Niño" en el Pacífico, pero los expertos piden no bajar la guardia.
"Si se cumple el pronóstico, la temporada de 2014 puede convertirse en la más tranquila en 30 años o más", dijo Todd Kimberlain, científico y especialista del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami.
La semana pasada la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) difundió sus previsiones de cara a la temporada ciclónica en el Atlántico, que comienza el lunes y afecta durante seis meses a Estados Unidos, el Caribe y México.
La NOAA vaticinó una temporada ciclónica menos activa de lo normal, con la formación de entre ocho y 13 tormentas tropicales, de las cuales entre tres y seis llegarían a huracanes, y uno o dos de ellos de categoría mayor.
Kimberlain explicó que "El Niño", que inhibe la formación de huracanes en el Atlántico y afecta la circulación atmosférica, se ha gestado ya en el Pacífico y "va a durar toda la temporada", por lo que se prevé una "actividad ciclónica reducida" en la cuenca atlántica.
El científico de la NOAA destacó lo inusual que resulta el registro de dos años consecutivos "tan tranquilos y de tan poca actividad ciclónica" como el de 2013 y el previsto para 2014, al tiempo que reconoció la incapacidad de los expertos para explicar en estos momentos con certeza las causas de este fenómeno.
Durante la pasada temporada de huracanes, que fue un "enigma" para los expertos, según la calificó Kimberlain, se formaron sólo dos huracanes, Humberto e Ingrid, ambos de categoría 1, el mismo número que en 1982, y ningún huracán de categoría mayor, cuando lo normal es que se formen al menos dos. "Es muy raro tener dos años tan tranquilos. No sabemos qué quiere decir eso... quizá sea parte de un ciclo de una muy larga escala de tiempo, pero es difícil precisarlo", apostilló el experto.
Pero quiso alertar sobre el hecho de que se han experimentado temporadas de huracanes benévolas, en cuanto a la formación de fenómenos, que han resultado a la postre devastadoras. Como la registrada en 1992, cuando el huracán Andrew tocó tierra en el sur de Florida "causando muerte y catástrofe".
Preguntado por la posibilidad de que dos años tan tranquilos signifiquen el fin de un ciclo o el cambio de un patrón climático, Kimberlain reconoció que es "muy difícil sostener con certeza que sea eso lo que está pasando", aunque, apuntó, "parece que existen posibilidades de que esté ocurriendo un cambio de ciclo".