Llega Ejército brasileño a Recife en medio de paro policial
Para frenar la ola de violencia y saqueos provocados por la huelga de la policía.
El Ejército y la Fuerza Nacional de Seguridad Pública brasileñas llegaron de forma urgente a la ciudad de Recife para frenar la ola de violencia y saqueos provocados por la huelga de la policía, informaron las autoridades.
Efectivos de estos dos organismos de seguridad comenzaron este jueves a patrullar las calles de la capital del estado de Pernambuco con el objetivo de contener el caos que paraliza la actividad pública desde que la policía inició hace tres días la huelga.
Las imágenes de televisión y las crónicas de los principales diarios locales evocan escenas de caos en la ciudad, donde hasta la llegada de las fuerzas armadas imperaba la violencia y el miedo entre los habitantes por el paro policial que exige mejoras laborales.
Escuelas, universidades, servicios públicos y bancos decidieron no trabajar este jueves a causa de la inseguridad, mientras los principales centros comerciales cerraron sus puertas ante los robos de criminales armados en esta ciudad del noreste de Brasil.
El 23 de junio próximo debe disputarse en la ciudad de Recife –sede de la Copa Mundial de Fútbol- el partido México contra Croacia.
Tras la llegada de las fuerzas del orden fueron detenidas 170 personas, según datos oficiales de las autoridades locales, y reportes no confirmados oficialmente evocan la cifra de 11 homicidios desde que los policías entraron en huelga.
El ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, acudió a Recife para dar respuesta a la crisis y decretó el cierre de bares y negocios durante la noche, hasta que finalice la huelga de la policía militar o sea restaurado el orden.
No es la primera vez en las últimas semanas que los paros de la policía militar –encargada de asegurar el orden en el país- provocan escenas de caos y violencia.
A mediados de abril pasado la policía militar de la ciudad de Salvador de Bahía (noreste) realizó una huelga de 48 horas que se saldó con decenas de muertos por homicidios y violencia.
En un clima de creciente presión para el gobierno por la celebración de la Copa del Mundo, que debería atraer 600 mil visitantes extranjeros, varias policías militares del país amenazaron con hacer huelga durante el evento si no se cumplen mejoras en sus salarios y sus condiciones laborales