El tiranosaurio nacional llega a Washington para quedarse en el Smithsonian
Uno de los conjuntos fósiles de esa especie más completos que se conserva.
El “Tyrannosaurus rex” nacional, descubierto en Montana en 1988, uno de los conjuntos fósiles de esa especie más completos que se conserva, llegó a Washington para quedarse en la que será su nueva casa, el Instituto Smithsonian.
El Museo de Historia Natural del Smithsonian presentó así, en rueda de prensa, la renovación de su Salón de Fósiles y Dinosaurios, que abrirá en 2019 y que tendrá un esqueleto casi completo de un “Tyrannosaurus rex” como pieza estrella.
Los restos de este dinosaurio, que hasta ahora se exhibían en el Museo de las Rocosas de Bozeman (Montana), se expondrán en el museo gracias a un préstamo de 50 años del Cuerpo de Ingenieros del ejército, el propietario de los fósiles.
La ranchera Kathy Wankel descubrió en tierras federales de Montana en 1988 los primeros restos de este dinosaurio que habitó Norteamérica hace entre 66 y 68 millones de años.
Una excavación liderada por el paleontólogo Jack Horner entre 1989 y 1990 desenterró uno de los más completos restos del tiranosaurio que se han recuperado, con entre el 80 y el 85 % del esqueleto.
“El ‘Tyrannosaurus rex' es verdaderamente el rey de los dinosaurios”, afirmó el director del Museo de Historia Natural, Kirk Johnson, mientras que el paleontólogo del Smithsonian Hans Sues lo definió como “el más americano”, porque era “enorme” y “dominaba” el ecosistema.
La colección de fósiles del Smithsonian dispone de más de 46 millones de piezas, pero le faltaba un esqueleto del considerado mayor dinosaurio carnívoro, que sí se puede ver en ciudades como Nueva York, Chicago, Pittsburg o Los Ángeles.
Después de un viaje en un camión de transporte de paquetes por todo el país, desde Montana hasta la capital, que culminó hoy a las puertas del Museo de Historia Natural, ya lo tiene.
Los responsables del Smithsonian, tras firmar el convenio de cesión con el Cuerpo de Ingenieros, mostraron en la rueda de prensa fósiles de un fémur, un colmillo y la mandíbula del tiranosaurio, parte de los que se exhiben desde hoy en una exposición temporal.
Esta muestra es en realidad un aperitivo de la renovación del Salón de Fósiles y Dinosaurios del museo, cuya inauguración está prevista para dentro de cinco años.
Esta remodelación es la mayor de esta sección del Museo de Historia Natural desde que abrió en 1911 y, cuando finalice, la sala contará con una superficie de unos 31.000 pies cuadrados (cerca de 2.900 metros cuadrados).
Se espera que la exposición ofrezca a los cerca de 7 millones de visitantes anuales que tiene el museo un viaje a lo largo del tiempo a través de los fósiles que integran los fondos del Smithsonian y que tendrá el esqueleto del “Tyrannosaurus rex” como pieza central, aunque también incluirá fósiles de rocas, plantas y otros animales.
La nueva sala llevará el nombre de David H. Koch en reconocimiento al multimillonario vicepresidente de Koch Industries, que ha donado 35 millones de los 48 millones de dólares que se calcula que tendrá este proyecto.
Para llevar a cabo los trabajos de reforma, el actual Salón de Fósiles y Dinosaurios cerrará al público a partir del próximo 27 de abril.
No obstante, en los cinco años en que permanecerá clausurado, el Smithsonian ha programado diferentes exposiciones temporales con fósiles de dinosaurios, la primera de las cuales es la que abrió hoy con los primeros fósiles del tiranosaurio.
Además, a finales de noviembre se prevé la inauguración de una muestra titulada “Los últimos dinosaurios americanos: Descubriendo un mundo perdido”, sobre los años previos a su extinción masiva, en la que se exhibirán fósiles hallados en la Formación Hell Creek de Dakota del Norte.