Madres e hijos se reencontraron a través de malla fronteriza en BC
Dicen que la agonía de una madre no tiene comparación y menos si es el de una madre migrante que ha sido separada de sus hijos al ser deportada de Estados Unidos, como el caso de Tania Mendoza quien tiene cinco años sin poder ver a su pequeña que vive en Los Angeles, California.
En los últimos cinco años se ha incrementado la cantidad de mamás deportadas de Estados Unidos, muchas de ellas diariamente llegan a la Casa Madre Asunta que sirve como un refugio para mujeres migrantes en Tijuana.
Las leyes migratorias son muy severas y ni el día de las madres parece conmover a las autoridades.
Este 10 de mayo amenizado por un mariachi, la malla fronteriza fue escenario del festejo de esta fecha.
Madres e hijos se reencontraron en este lugar donde no es posible recibir los besos y abrazos del ser más espacial del universo.
El encuentro este 10 de mayo valió la pena para estas madres e hijos quienes esperan que la próxima vez que se vean finalmente puedan darse esos besos y abrazos tan anhelados.