Sigue la maldición del Arsenal en Champions
Ganó 2-0 pero faltó un gol en Mónaco para meterse a los Cuartos de Final.
Le faltó un gol para el milagro. El Arsenal rozó la hazaña en Mónaco pero se quedó, por quinto año consecutivo, en la orilla de los Octavos de Final de La UEFA Champions League al empatar a tres goles en el global.
Los de Arsene Wegner acabaron sucumbiendo al desastre de la ida (1-3) y, como entonces, fallando numerosas ocasiones de gol en una falta de acierto que les deja fuera de Europa por la diferencia del valor de los goles en campo contrario.
El Mónaco respiró cuando el colegiado pitó el final del encuentro y solo entonces pudo saborear la clasificación para Cuartos, la primera desde 2004, año en el que con Didier Deschamps en el banquillo y Fernando Morientes en la delantera llegaron a la Final.
En el minuto 36 le sonrió parecía sonreírle al Arsenal. Una internada de Giroud le dejó solo ante el meta monegasco Subasic, que le ganó el mano a mano, pero el rechace volvió a las botas del atacante francés que, a la segunda, encontró el camino de la red.
Sombrío hasta ese momento, el Arsenal comenzó a creer en que la remontada era posible. Dos minutos más tarde, Welbeck dispuso de un buen disparo desde la medular del área, pero el balón se estrelló en el defensa Adbennour. En el descuento, Giroud dispuso de otro balón rechazado pero en esta ocasión Subasic lo detuvo.
El trepidante final del primer tiempo llevó los nervios al campo monegasco, que comenzó a temer la remontada.
En el minuto 53 Ozil obligó a Subasic a una gran parada en el lanzamiento de una falta, pero en ese periodo del partido era el Mónaco el que más peligro creaba al contragolpe, un arma que dio mucho resultado en la ida pero que fue inerte en el Louis II.
A la hora de juego Ozil dispuso de una buena ocasión, pero fue en el 79 cuando Ramsey, que había sustituido a Coquelin cuando Wenger decidió jugarse el todo por el todo, logró el tanto que hacía posible el milagro.
Una combinación entre Ozil y Sánchez permitió a Walcott estrellar el balón en el larguero y el rechace llegó en un error defensivo a Ramsey que logró el tanto.
Esperaba un infierno de diez minutos al Mónaco, que se atrincheró en sus posiciones.
El Arsenal se lanzó a por la gesta en un final trepidante. Subasic sacó de la línea de gol un cabezazo de Giroud tras una falta magníficamente sacada por Cazorla. El Luis II, lleno como nunca, tembló al mismo ritmo que la otrora sólida defensa de su equipo.
El Arsenal puso todo el coraje pero le faltó el orden y la calma para derribar el muro monegasco y conseguir la gesta.