Restos mortales de Eusébio se trasladarán al Panteón Nacional luso
Los restos mortales de Eusébio, leyenda del fútbol portugués fallecido hace cerca de año y medio, serán trasladados mañana, viernes, al Panteón Nacional luso, donde yacen algunas de las figuras más ilustres de la historia del país.
A la ceremonia, que contará con una misa en el Seminario de la Luz, acudirán las principales autoridades lusas, entre ellas el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro, Pedro Passos Coelho.
Está previsto que la ceremonia dé comienzo a las 15.15 (hora local) en el cementerio de Lumiar, donde actualmente se encuentran los restos mortales del exfutbolista.
Tras la misa y su paso junto al Estadio de la Luz, en honor al pasado benfiquista de Eusébio, se espera que la comitiva llegue al Panteón Nacional luso sobre las 19.00 horas.
Allí recibirá un elogio fúnebre de uno de sus excompañeros de equipo y de selección, António Simoes, se proyectará un vídeo con imágenes de la carrera del jugador y se interpretará el himno nacional portugués.
Finalmente, las autoridades lusas firmarán el documento que concede oficialmente al exfutbolista la honra de que sus restos descansen en el Panteón Nacional.
Eusébio da Silva Ferreira nació en Mozambique en 1942, cuando el país africano todavía era una colonia portuguesa, y murió el 5 de enero de 2014 a los 71 años a causa de una parada cardiorrespiratoria.
El futbolista representó al Benfica durante quince años (1970-1975) y marcó con el club lisboeta 638 goles en 614 partidos, ganó once Ligas, cinco Copas de Portugal y una Copa de Europa.
Fue elegido mejor jugador del mundo en 1965 y conquistó dos botas de oro, en las temporadas 1967/68 y 1972/73.
Con la selección portuguesa, participó en 68 encuentros, anotó 41 tantos y se le recuerda por liderar al equipo nacional que logró el mejor resultado de su historia, el tercer puesto en el Mundial de Inglaterra de 1966.
Su cuerpo se unirá a los restos mortales de antiguos presidentes de la República, escritores ilustres y figuras de la cultura portuguesa, como la popular fadista Amália Rodrigues (1920-1999), que ya descansan en el Panteón Nacional.