Ataque a fans de Corinthians de Brasil deja ocho muertos
Varios hombres armados mataron a disparos a ocho personas durante un ataque contra un grupo de seguidores de un equipo de fútbol en Sao Paulo, el cual tiene nexos estrechos con una prisión notoria, informó la policía brasileña el domingo.
La Policía dijo que los testigos les dijeron que los hombres armados irrumpieron cerca de la medianoche del sábado en el lugar oscuro donde el grupo de aficionados del Corinthians Pavilhão 9 se reúne bajo un puente de una autopista y balearon a siete personas en la cabeza.
Un octavo hombre trató de escapar, pero fue perseguido y asesinado en una gasolinera cercana.
El detective Arlindo Jose Negrao descartó una pelea entre grupos rivales de aficionados. No quiso revelar el motivo detrás del ataque, sin embargo, diciendo que podría interferir con la investigación.
"Según lo declarado por los testigos, estamos explorando una línea de investigación, que no nos hace creer que se trate de una rivalidad entre fanáticos", dijo Negrao. "Incluso tenemos posibles sospechosos", agregó.
Las víctimas estaban reunidas para una carne asada en el club y estaban haciendo banderas con los colores del equipo de fútbol antes de que estallara el tiroteo. El grupo de hinchas no respondió varias llamadas telefónicas en busca de información.
Pavilhão 9 fue fundada por un grupo de hinchas del Corinthians que jugó fútbol con internos de la prisión brasileña de Carandirú, ampliamente conocida por una masacre que dejó 111 reclusos muertos y que fue llevada a la pantalla grande.
El equipo Corinthians no respondió a una solicitud de información, pero puso la palabra "luto" sobre un fondo negro en su página oficial de Facebook.
Gran parte de la violencia del fútbol que estalla en los estadios brasileños y sus alrededores tiene que ver con los clubes de hinchas.
El año pasado, decenas de miembros de otro club de fans del Corinthians, Gavioes da Fiel, invadieron el centro de entrenamiento del equipo. Enfurecidos por el rendimiento del equipo, atacaron a los empleados y tomaron al delantero peruano Paolo Guerrero por el cuello, obligando a otros jugadores a refugiarse en un vestuario y atrincherarse hasta que llegó la Policía.