“¿Necesitas factura o solamente el recibo?”, es la pregunta que escuchas al momento de realizar el pago de un bien o un servicio; aunque cualquiera de los dos documentos lleva al final el monto total, cada uno tiene un fin específico cuando los recibes.
¿Qué es una factura?
De acuerdo con la Real Academia de la Lengua (RAE):
- Factura. Cuenta en que se detallan con su precio los artículos vendidos o los servicios realizados y que se entrega al cliente para exigir su pago
Al respecto, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) señala que solicitar factura, además de tener efectos fiscales, también tiene otros beneficios, como son:
- Hacer efectiva alguna garantía
- Acreditar la propiedad de un bien
- Comprobar algún gasto como parte del presupuesto
- Soporte documental de la contabilidad
Para solicitar una factura, destaca el SAT, hay que proporcionar tu Registro Federal de Contribuyentes (RFC), nombre y apellidos, demonización o razón social, régimen fiscal y código postal.
¿Qué es un recibo?
La misma RAE señala:
- Recibo. Escrito o resguardado firmado en que se declara haber recibido dinero u otra cosa
Este documento suele ser emitido por la misma persona que generó la factura y va para el mismo receptor. Asimismo, el recibo funciona como un comprobante de pago.
Dentro de los datos que suelen incluir en un recibo de pago están:
- Lugar y fecha de expedición
- Nombre de quien lo emite
- Nombre de quien lo recibe
- Cantidad de dinero (en letra y número)
- Concepto del bien o servicio
- Firma