¿Qué son las cabañuelas, para qué sirven y cuándo inician?
Aunque ya no es tan usado, seguramente has escuchado el término cabañuelas, en referencia al método que usaban los campesinos para predecir el clima, con el que sólo tenían que observar el cielo por 12 días en enero para saber cómo sería todo el año. En Unotv.com te hablamos de esto.
Con este método, aunque sin base científica, los hombres del campo podían saber cuál sería la mejor época para sembrar o cosechar. Además, podía ser usado en otros ámbitos, como el transporte, para definir las mejores rutas para transitar, o para saber cómo vestirse y a dónde viajar.
¿Qué son las cabañuelas y cómo funcionan?
Al respecto, el físico mexicano Gerardo Herrera Corral habló en sus redes sociales, en 2021, sobre las cabañuelas, método tradicional de predicción o de pronóstico meteorológico, propio del centro y sur de España.
A la par, destaca que su nombre proviene de la tradición judía de “la fiesta de los tabernáculos, que también puede ser la fiesta de las cabañas”, que recuerda las vicisitudes del “pueblo elegido por Dios” en su andar por el desierto, en un periodo en el que acostumbraban vivir en cabañas, de donde después surgió el nombre de este método.
Tanto en México como en América Latina, las culturas prehispánicas tenían sus métodos propios para pronosticar las condiciones meteorológicas a las que se enfrentarían a lo largo del año, para lo cual tomaban como referencia el solsticio de invierno.
Aunque también existe la versión de que el origen de las cabañuelas fue realmente en Mesopotamia, donde buscaban patrones en el clima para planificar las actividades agrícolas. Después fue adoptado por los fenicios, los griegos y los romanos, llegando a América Latina en su forma actual durante la época de la Conquista.
¿Qué día empiezan las cabañuelas?
Respecto al inicio de las cabañuelas, por lo general, se realizaban durante los primeros 12 días de enero. Aunque las fechas varían según la región de la que se trate:
- 1 al 12 de enero: cada día representa un mes del año en orden. Por ejemplo, el 1 de enero predice el clima de enero; el 2 de enero, el de febrero, y así sucesivamente
- 13 al 24 de enero: el proceso se invierte. Cada día representa un mes, pero en orden descendente. Por ejemplo, el 13 de enero predice diciembre; el 14 de enero, noviembre, y así sucesivamente
- 25 al 30 de enero: se analizan las condiciones climáticas en bloques de dos horas, donde cada intervalo simboliza un mes.
- 31 de enero: este día sirve como síntesis para confirmar o ajustar las predicciones obtenidas
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¿Qué predicen las cabañuelas y cuánto duran?
Las cabañuelas no son más que un método de observación con el cual los agricultores, principalmente, pronosticaban el clima de todo el año con sólo ver el cielo unos días. Bajo la creencia de que la primera docena del periodo era un “adelanto” de lo que ocurriría durante 12 meses.
Aunque hay que destacar que este método no tiene bases científicas. Por lo que actualmente se utilizan técnicas más confiables y precisas, como el uso de radares y satélites. Sin embargo, debido a su paso a través de la tradición oral, éste sigue usándose en diversas partes del mundo.
Casi siempre se hace de la misma forma, entre el 1 y el 12 de enero, aunque hay quienes buscan más precisión al dividir esos días por horas. Sin cambiar el hecho de que el primer día del mes será el clima de enero; el segundo, el de febrero, y el tercero, el de marzo.
La importancia de predecir el clima
Esta necesidad de saber cómo estará el clima ha sido una constante en la vida de los seres humanos, pero las cabañuelas parecen hoy superadas ya por los avances en meteorología, que cuenta con las imágenes de satélites, instrumentos, mediciones y otros adelantos.
Recordar las cabañuelas como un sistema empírico y tradicional nos hace ver que los cálculos y predicciones meteorológicas son una ciencia a la que, a veces, se le suman otros factores o fenómenos, como “El Niño” o “La Niña”, entre otros.
El cambio climático es otro factor que actúa contra la tecnología y los esquemas de pronóstico actuales en materia de clima, por lo que aún existe cierto grado de incertidumbre.