El home office o trabajo desde casa derivado por la pandemia del COVID-19 disparó el gasto 35% de los mexicanos durante los meses que ha durado la crisis sanitaria, así lo reportó la firma de recursos humanos OCC Mundial.
Dejar las oficinas y empezar a laborar desde casa representaría un ahorro para los trabajadores, lo cierto es que cuando menos en el mercado mexicano, la realidad fue otra y los gastos se elevaron, un desembolso que no se tenía previsto.
De acuerdo con OCC Mundial este gasto es derivado por:
“El incremento de consumo en productos o servicios básicos como agua, gas, electricidad, despensa, así como gastos relacionados con el empleo: internet, mobiliario, herramientas especializadas, entre otros”.
Por lo que se estima que para tres de cada 10 trabajadores en el país, el home office ha repercutido en sus bolsillos.
En contraparte, 47% aseguró que le ocurre lo contrario pues gastan menos que yendo a la oficina porque no tienen que pagar pasajes o cargar gasolina, además que les da mayor tiempo libre para realizar actividades que antes no podían. Otro 16% no tuvo un cambio significativo en su economía.
Uno de los tantos efectos que causó de la pandemia en México, es que muchas empresas redujeron sus salarios y prestaciones. Por lo que pocas industrias son conscientes de los gastos relacionados al trabajo que se realiza en casa y los empleados están absorbiendo.
El futuro del home office
En México, entre 20 y 23% de los trabajadores pueden llevar a cabo sus labores desde su hogar, de acuerdo con una reciente investigación del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), titulada ¿Quién puede trabajar desde casa? Evidencia desde México.
Por lo que solo la Ciudad de México y Nuevo León rebasan el tercio de trabajadores que pueden hacer home office, niveles similares observados en países desarrollados.
En cambio, en estados como Chiapas o Hidalgo, menos del 20% tiene dicha posibilidad. Y en la región del Bajío, en donde existe una alta concentración de la industria manufacturera, sólo entre 17 y 23%.