El suicidio se puede prevenir con la detección y tratamiento oportuno de trastornos mentales, ya que se asocian hasta en nueve de diez casos de personas que intentan quitarse la vida o consuman este acto.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra este 10 de septiembre, expertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dieron a conocer que desde el Instituto se han impulsado acciones con el programa de Protección de la Salud Mental que contempla seis ejes principales y en los que se destacan las repercusiones por la pandemia de COVID-19, como el confinamiento y la situación económica y laboral que ocurre en todo el mundo.
Éstas son las acciones del IMSS para prevenir el suicidio
1.- Capacitación en Salud Mental COVID-19 del personal de salud que otorga atención directa a la población derechohabiente en mil 500 Unidades de Medicina Familiar (UMF) y en 184 Hospitales COVID e híbridos, por medio de cursos en línea.
2.- Orientación e intervención médica y psicológica vía telefónica para derechohabientes y trabajadores IMSS a través de un Call Center y módulos instalados en hospitales psiquiátricos de la Ciudad de México, en caso de presentar síntomas de problemas suicidas.
3.- Redes de comunicación para establecer un puente entre pacientes COVID-19 hospitalizados y sus familiares; se implementaron mecanismos y herramientas tecnológicas como videollamadas, además de apoyo psicológico con personal especializado.
4.- Integración de equipos de salud mental en 184 Hospitales COVID, con médicos psiquiatras y psicólogos, para la protección de la salud mental de los trabajadores de la salud y administrativos, ubicados en la primera línea de atención.
5.- Detección de trastornos mentales asociados a la contingencia COVID; por medio de cuestionarios en UMF y Hospitales COVID se identifica depresión, ansiedad, abuso en consumo de alcohol y drogas, violencia, burnout y riesgo suicida.
6.- Atención integral psiquiátrica, psicológica y de seguimiento de trabajadores IMSS y derechohabientes diagnosticados con trastornos mentales, derivados de la emergencia sanitaria.
¿Qué tipo de personas son vulnerables al suicidio?
Las personas que tienen los siguientes comportamientos son a las que se debe prestar atención, ya que pueden ser signos de alarma de un riesgo suicida.
- Intentos previos por quitarse la vida
- Antecedente de suicidio en la familia
- Expresión verbal o explícita de un gran sufrimiento
- Planificación de la muerte al cambiar el testamento
- Entregar notas de despedida
- Regalar objetos o disculparse con personas que pudo ofender o dañar
Además, una persona con depresión tiene un estado de ánimo melancólico devastador y al acompañarse de soledad y autoagresión, estos elementos se potencian entre sí y afectan el deseo natural de vivir.
También son vulnerables al suicidio quienes padecen de trastornos psicóticos como esquizofrenia, que condiciona a alucinaciones o ideas delirantes; de personalidad que lleva a impulsividad e inestabilidad emocional, y la anorexia por el fracaso de un ideal inalcanzable de perfección física y un organismo muy deteriorado.
A esos trastornos mentales se pueden sumar consumo excesivo de alcohol, dependencia a las drogas, juego patológico, o circunstancias que se consideran como inaceptables o imprevistas como la pérdida de un familiar o del trabajo, la expulsión de la escuela o situaciones que no permiten ver una posible solución.
- Estas situaciones pudieron haber aumentado durante esta emergencia sanitaria por COVID-19. En el IMSS se atendieron tres mil 144 personas con riesgo suicida durante el confinamiento.
Datos duros sobre el suicidio en México
En México anualmente se reportan más de 6 mil suicidios consumados, que afectan a todos los grupos de edad, pero principalmente adolescentes y adultos jóvenes, grupos de edad en los que el suicidio se ubica como una de las primeras causas de muerte.
En el Seguro Social en 2019 se reportaron más de mil 400 intentos suicidas al año por ingesta de medicamentos, el 69% ocurrió en mujeres y el 31% en hombres; el grupo de edad más afectado fue el de 19 a 60 años de edad.