Un grupo de ratas fueron adiestradas para participar en la búsqueda de personas en los escombros y pueden ayudar en el devastador terremoto de magnitud 7.8 que se vivió en Turquía y Siria, el cual ha cobrado la vida de por lo menos 39 mil personas, a tal grado de ser considerado por la OMS como “el peor desastre natural en un siglo” en Europa.
Algunos países han mandado ayuda o rescatistas para continuar con la búsqueda de personas que se han quedado atrapadas y que cada vez se hace más complicado por el frío y el paso de los días.
Una de las medidas tiene a unos grandes roedores de un kilogramo como protagonistas entrenados, los cuales están equipados con micrófonos, auriculares, cámaras y un GPS.
¿Cómo ocurre el rescate?
Con su equipó, las ratas pueden hacer que la comunicación con las víctimas se establezca, además están entrenadas para regresar a la base tras escuchar un pitido y ser recompensadas con comida tras completar la misión.
Estos animales al ser pequeños pueden pasar por lugares en los que el humano o la máquina no llegan, siendo una gran ventaja a la hora de empezar una misión comparada con los lomitos rescatistas.
El proyecto del entrenamiento de roedores no tiene fines de lucro, CNN dio a conocer que se conoce como APOPO y la idea base constaba en equipar a las ratas con mochilas de alta tecnología para ayudar en emergencias buscando sobrevivientes.
Una de las responsables de este proyecto es Donna Kean, quien es investigadora del comportamiento, quien además menciona que las ratas son curiosas por naturaleza, por lo que eso es algo que ayuda a la hora de los rescates.
APOPO entrena perros y ratas gigantes africanas y tiene su base en Tanzania en donde detectan minas terrestres y tuberculosis.
¿Cómo entrenaron a las ratas rescatistas?
Las ratas heroicas fueron entrenadas durante diez semanas, todo a través del estímulo y respuesta que se enfoca directamente con su inteligencia. Los roedores tienen un vínculo social con la persona que los entrena para tener más efectividad en tareas precisas como en este caso el terremoto de Siria y Turquía.
El proyecto comenzó hace diez años y se entrenaba a los animales haciendo que localizaran a una persona en una sala vacía, luego al presionar un botón en su chaleco se activaba una alerta sonora que significaba que tenía que volver a la base, tal y como se hace en caso de desastre.
Los animales entrenaron en sesiones de 15 minutos cinco días a la semana y algunos vivían solos o con hermanos del mismo sexo en jaulas domésticas, mismo lugar al que llegan tras retirarse de su “vida laboral”.
El espíritu de aventura de los roedores y su buen olfato es lo que hace que sean perfectas para realizar esta actividad y dejando una innovación en el tema de los rescates.