Presionado por legisladores de todos los campos, el presidente Donald Trump ratificó finalmente el domingo el nuevo plan de ayuda para la economía estadounidense, anunció la Casa Blanca, extendiendo los beneficios para millones de ciudadanos que batallan contra la pandemia y la crisis.
El paquete, que “proporciona respuesta de emergencia al coronavirus y alivio”, con una dotación de 900 mil millones de dólares, forma parte de una legislación más amplia que, con la firma de Trump, evitará el cierre del gobierno o “shutdown” que se daría el martes, ya que el plan forma parte de una legislación mayor que incluye la financiación del estado federal.
Trump se negaba a firmar
Durante casi una semana, Trump ha rechazado firmar este paquete aprobado el pasado lunes por el Congreso tras meses de duras negociaciones, y al que el magnate republicano describió como una “vergüenza”.
Dos programas federales que comprendían prestaciones para los desempleados, aprobados en marzo como parte del plan inicial de ayuda ante la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, expiraron en la medianoche del sábado, dejando fuera a 12 millones de estadounidenses, según la estimación del grupo de reflexión progresista The Century Foundation.
Había amenaza de “shutdown”
La resistencia de Trump amenazaba también con provocar un cierre del gobierno, o “shutdown”, a partir del martes, ya que el paquete de apoyo forma parte de una legislación mayor que incluye la financiación del estado federal. Para mantener el gobierno funcionando, los parlamentarios iban a poder aprobar otra extensión temporal.
El paquete de estímulo, aprobado por el Congreso el 21 de diciembre, extendería esas ayudas, así como otras que deben expirar en los próximos días.
Pero al día siguiente de su aprobación, Trump acabó con las esperanzas originadas tras las largas negociaciones en el Congreso, asegurando que esta legislación “realmente es una desgracia”, en un video publicado en Twitter, donde anunció que no iba a firmarla.
El mandatario saliente exigió varias enmiendas y presionó para que los cheques destinados a los contribuyentes con mayores dificultades económicas se incrementaran a más del triple de los 600 dólares estipulados inicialmente. También criticó que el plan incluía demasiados gastos para programas que no tenían que ver con la pandemia.
No dijo, sin embargo, por qué esperó hasta que el texto estuviera ya aprobado para hacer públicas sus opiniones.