El presidente Donald Trump aventajaba al candidato demócrata Joe Biden en al menos tres de los estados que son clave para ganar las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos.
Trump se impuso en el muy disputado estado de Ohio, donde también ganó hace cuatro años y es considerado crucial para su reelección, además, varios medios estadounidenses le dan el triunfo en Texas y Florida, otros dos de los estados clave en la elección.
No obstante, la pugna por la Casa Blanca sigue siendo muy reñida para la madrugada del miércoles, tras unos comicios polarizados y marcados por una histórica crisis sanitaria, económica y social.
Por su parte, Biden se apuntó un triunfo en Arizona, lo cual podría complicar las perspectivas de Trump de renovar su mandato.
Como ocurrió hace cuatro años con Hillary Clinton, Biden puede ganar el voto popular y perder si no consigue los 270 votos electorales de un total de 538 necesarios según el sistema de sufragio universal indirecto.
Hasta el momento, Biden acumulaba 223 votos electorales, frente a 174 de Trump, de acuerdo con las proyecciones.
Los observadores esperan que la disputada carrera por la Casa Blanca se reduzca a un puñado “campo de batalla”, entre los estados de Carolina del Norte, Georgia, Minnesota, Iowa, Wisconsin, Pensilvania, Michigan y Nevada.
Como era de esperar, ambos candidatos se aseguraron triunfos en estados en los que ya contaban ganar: Alabama, Arkansas, Indiana, Kentucky y Tennessee, entre otros, fueron para Trump, mientras Biden se alzó con Illinois, Virginia, Nueva York, Colorado, Delaware y la capital federal Washington.
Con un récord de más de 100 millones de estadounidenses que votaron de manera anticipada, los resultados finales definitivos podrían tardar muchas horas o incluso días en conocerse.
Los centros electorales irán cerrando durante toda la noche, hasta las 06H00 GMT, cuando se emitan los últimos votos en el estado de Alaska.