A la par de publicar nuevas imágenes de Francisco Oropesa, presunto autor de la masacre en Cleveland, Texas, el fin de semana pasado, el FBI ofreció alrededor de un millón 440 mil pesos por información que lleve a su paradero, toda vez que se encuentra prófugo desde el viernes.
Este domingo, a través de sus redes sociales la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) ofreció dos nuevas imágenes del mexicano acusado de matar a cinco hondureños y herir a otros cinco, e informó que también puede ser identificado por un prominente tatuaje de una mujer indígena que tiene en el antebrazo.
Además, el organismo de justicia estadounidense puntualizó que su apellido será escrito como “Oropesa” para evitar que información incorrecta obstaculice su captura, como una malinterpretación en la información entre las diversas agencias de seguridad, toda vez que destacó que la investigación de la masacre ocurrida el viernes en el poblado de Cleveland, en el condado de San Jacinto, Texas, continúa abierta.
Asimismo, este lunes destacó que a la par de los 55 mil dólares que ofrece la Policía del condado de San Jacinto, la agencia federal dará 25 mil dólares más a quien de información para su captura, toda vez que hasta hoy hay 250 oficiales de una docena de agencias desplegados en la zona para aprehender al sospechoso de 38 años.
De igual forma, recalcó el llamado a la sociedad a no intentar acercarse a él, en caso de verlo, pues además de peligroso se le considera armado, pidiendo en su lugar alertar a las autoridades.
En tanto que el FBI también pidió a la población en general y los medios de comunicación no acercarse al domicilio donde se realizará el funeral de las cinco víctimas mortales, pues apuntó que además de ser solicitud de la familia, aún se recuperan del shock que significó el incidente, por lo que tampoco está autorizada la entrada de comunicadores al lugar.
Sin embargo, la Policía del condado de San Jacinto estima que el sospechoso habría abandonado la demarcación desde el viernes, luego de que al rastrear su celular hallaron el aparato y la ropa que vestía al momento del multihomicidio en un área boscosa de la región, perdiéndole la pista los perros de rescate al llegar a un río.
¿Qué pasó en Texas?
De acuerdo con los investigadores, el viernes por la noche Francisco Oropesa habría estado practicando tiro con su rifle semiautomático en el patio delantero de su casa cuando el vecino, una de las víctimas, le pidió detenerse para que su bebé pudiera dormir, a lo que éste habría respondido que “puede hacer lo que quiera en su patio”.
Mientras que minutos más tarde el agresor habría ido hasta la casa de los vecinos, a donde irrumpió y mató a cinco de las 10 personas que vivían en la vivienda, dejando los cuerpos de las víctimas, de entre 8 y 18 años, entre la puerta de entrada y un cuarto interior, donde se encontraban quienes resultaron heridos.
En tanto que el tiroteo en Texas parece ser el último de una serie de matanzas ocurridas en situaciones cotidianas: un hombre que golpea la puerta equivocada, una porrista que se sube a un auto que no era el correcto, alguien que conduce por error hasta una entrada que no era la suya, una pelota que rueda hacia el patio de un vecino.
Estados Unidos, un país de unos 330 millones de habitantes, tiene unos 400 millones de armas y los tiroteos masivos mortales son habituales. Los esfuerzos por endurecer los controles de armas llevan años paralizados en el Congreso, mientras que en lo que va del año van más de 170 tiroteos masivos, definidos así cuando cuatro o más personas resultan heridas o muertas, según la ONG Gun Violence Archive.