La Fiscalía Financiera de Francia solicitó este martes cuatro años de cárcel, al menos dos asegurados, contra el expresidente Nicolas Sarkozy, juzgado en la capital París por corrupción y tráfico de influencias; la autoridad pidió la misma pena contra sus coacusados, el exmagistrado Gilbert Azibert y el abogado Thierry Herzog: para este último pidió además una prohibición de cinco años de ejercicio.
Nicolas Sarkozy se dice indignado
Nicolas Sarkozy gobernó Francia de 2007 a 2012, y este lunes, en el juicio en su contra que se realizó en París, aseguró que “no he cometido jamás el más mínimo acto de corrupción”; aprovechó la presencia de los medios de comunicación para manifestar su “ira” e “indignación” por los cargos de los que se le acusa. En el tribunal, con un comportamiento combativo, el expresidente Nicolas Sarkozy añadió:
“Señora presidenta (del tribunal), permítame decir de manera solemne que he esperado este momento desde hace mucho tiempo (…) No he cometido jamás el más mínimo acto de corrupción. Responderé las preguntas y quiero ser lavado de esta infamia (…) quiero la verdad de los hechos, la verdad del derecho, debo explicarme”.-
Este juicio es inédito, ya que Nicolas Sarkozy es el primer expresidente de Francia en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados. Antes de él, solo Jacques Chirac, antecesor y mentor político de Nicolas Sarkozy, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cometida cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte de Francia.
- En caso de ser declarado culpable, Nicolas Sarkozy podría ser condenado a diez años de cárcel.
- También sería multado con un millón de euros por corrupción y tráfico de influencias.
¿Qué más hizo Nicolas Sarkozy?
Nicolas Sarkozy, junto con Gilbert Azibert y Thierry Herzog, buscó financiación de Libia durante su campaña presidencial de 2007. Los jueces descubrieron en 2014 la existencia de una línea telefónica oficiosa entre Nicolas Sarkozy y Thierry Herzog, abierta a nombre de “Paul Bismuth”, el nombre de un viejo conocido de secundaria del abogado.
Las conversaciones interceptadas en esta línea secreta de Francia están en el centro del caso. Para la acusación, son la prueba de un “pacto de corrupción”. Para la defensa, se trata de una escucha “ilegal”, ya que considera que se ha violado el secreto de los intercambios entre un abogado y su cliente: “Tienen frente a ustedes a un hombre del que se han escuchado más de tres mil 700 conversaciones privadas”, dijo Nicolas Sarkozy.