Meghan Markle y príncipe Harry: polémicas de los exmiembros de la familia real

El príncipe Harry y Meghan Markle decidieron dejar la familia real británica. Foto: AFP

Es oficial: ahora sí, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle decidieron separarse definitivamente de la familia real británica tras poco más de un año de haber anunciado sus deseos de ser independientes y de distribuir sus tiempos entre Estados Unidos y Gran Bretaña.

Este nuevo giro en la vida de la polémica pareja se suma a las controversias que envuelven a los ahora exduques de Sussex, y a continuación, en Uno TV.com, te contamos algunas de las que han sido protagonistas.

De actriz a esposa de un príncipe

El simple hecho de que Meghan Markle llegara a la familia real británica causó controversia. Antes de ser duquesa, era actriz de televisión en Estados Unidos y había estado casada con un productor de cine estadounidense, del cual se separó en 2013.

Tres años más tarde, conoció al príncipe Harry y comenzaron a tener una relación. En 2017 formalizaron y anunciaron su compromiso, y para 2018 se casaron; así, oficialmente, formó parte de la familia real británica.

Desde ese momento Meghan Markle comenzó a estar más en el ojo público; su vida pública, sus acciones, su comportamiento y hasta su forma de vestir fueron “tela de donde cortar” para muchos “críticos”, que aseguraban que “no tenía la altura para estar en la familia real británica” y que rompía con protocolos, pero eso solo sería el inicio.

El aborto

Desafiando a la tradición real, Meghan Markle confesó en noviembre de 2020 que sufrió un abortó en julio de ese mismo año, una declaración que desafió por completo las tradiciones de la familia real.

La esposa del príncipe Harry escribió sobre la experiencia en detalle en un artículo de opinión publicado en el New York Times, donde cuenta que ocurrió una mañana de julio mientras estaba cuidando a Archie, el hijo que tiene con el príncipe Harry.

La duquesa de Sussex describió que sintió un fuerte calambre después de levantar a Archie de su cuna y que se acostó en el suelo sosteniéndolo en sus brazos, tarareando una canción de cuna para mantener la tranquilidad de ambos; además, en algunas ocasiones declaró que se sintió desprotegida por la realeza durante su embarazo.

La duquesa consiguió trabajo

Otra de las controversias que envolvió a la pareja fue cuando se anunció que Meghan, esposa del príncipe Harry y tratada dentro de la familia real como alteza, consiguió un empleo temporal.

Meghan Markle, duquesa de Sussex y esposa del príncipe Enrique, fue la editora invitada del número de septiembre de la icónica revista de moda Vogue Reino Unido, en la que mantuvo una “sincera conversación” con la esposa de Barack Obama, Michelle Obama.

Dicho número fue titulado Fuerzas de cambio, y contó con la participación de 15 mujeres “unidas por su valentía rompiendo barreras“.

Uñas negras y enseñar pierna: ¿vulgar para la familia real?

En diciembre de 2018 la esposa del príncipe Harry fue severamente criticada porque en un evento llamado British Fashion Awards entregó el premio como diseñadora del año a Clare Waight Keller, donde lució un vestido negro ajustado y las uñas pintadas de color negro.

¿Se voló la barda? Los críticos y expertos en temas de la familia real británica aseguraron que dentro de las múltiples y minuciosas reglas que todas las integrantes de la familia real deben seguir, está el no usar un color de uñas llamativo. El único aprobado por la reina Isabel II es un tono rosa pastel casi del mismo color natural de las uñas.

Otro episodio en el que la pareja rompió el protocolo, o mejor dicho Meghan, fue cuando viajaron a Australia en 2018 y la duquesa usó un vestido con una abertura que dejaba ver su pierna. En redes sociales comenzaron a circular imágenes en las que se ve a la esposa del príncipe Harry en cuclillas, posición en la que se veía su pierna.

Este tipo de “descuidos” han sido mal vistos por la Familia Real Británica. Foto:AFP

Dejan el palacio y a la Reina Isabel II

El 8 de enero de 2020, Harry y Meghan renunciaron a sus funciones en la Familia Real Británica para hacer un equilibrio geográfico entre Londres y Estados Unidos en beneficio de la crianza de su hijo Archie, “sin dejar de apoyar plenamente a la reina Isabel II“.

Así lo explicaron en un comunicado:

Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa

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