Pese a la prohibición de la ONU a la importación de aparatos tecnológicos, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, acudió al lanzamiento de un potente misil balístico con lo que parece ser un moderno teléfono plegable de fabricación china.
Este jueves, el diario oficial Rodong Sinmun publicó un par de fotografías del líder norcoreano supervisando el lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasong-18, en una de las cuales se observa un celular plateado con carcasa de cuero negra, con características similares al Galaxy Z Flip de Samsung y al Pocket S de Huawei.
Una imagen que desató las especulaciones sobre el origen del teléfono, debido a que entre las sanciones impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el régimen de Kim Jong Un está la prohibición a la importación y exportación de aparatos tecnológicos.
“Si el objeto en la foto es un teléfono plegable, es muy probable que haya sido contrabandeado en secreto a Corea del Norte desde China”, informó el diario surcoreano Joongang Ilbo.
Sin embargo, la afición de Kim por los dispositivos electrónicos ya ha sido objeto de especulaciones, luego de que el dirigente ha sido retratado en otras ocasiones con productos que parecen ser de la marca Apple.
Norcorea prueba su nuevo misil
Las imágenes del líder norcoreano fueron publicadas este jueves en el marco del anuncio del lanzamiento de prueba del Hwasong-18, un nuevo misil balístico intercontinental supuestamente impulsado por combustible sólido, hecho por el gobierno de Pyongyang, que días atrás amenazó con abatir aviones de espionaje estadounidenses.
Flanqueado por su mujer y sus asesores, Kim Jong Un apareció vestido con una chaqueta blanca aplaudiendo con entusiasmo tras el lanzamiento, según las imágenes difundidas por medios estatales, en cuya publicación se afirma que el proyectil recorrió 1.001 kilómetros alcanzando una altura máxima de 6.648 kilómetros antes de caer al mar del Japón, dijo la agencia de prensa norcoreana KCNA.
Mientras que expertos aseguran que el tiempo de vuelo de alrededor de 70 minutos es similar al de otros disparos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) lanzados por Corea del Norte.
Kim prometió una “serie de ofensivas militares más fuertes” hasta que Estados Unidos y Corea del Sur cambien sus políticas hacia este hermético país comunista, mientras que, durante el evento militar, y citando la “inestable situación” en la península de Corea, Kim pidió “esfuerzos más intensos” para impulsar el arsenal nuclear de Pyongyang.
El lanzamiento fue una “gran explosión” que sacudió “a todo el planeta”, afirmó KCNA sobre la prueba que se produjo en un momento de relaciones muy tensas entre las dos Coreas, que han paralizado todo contacto diplomático.