El candidato demócrata Joe Biden visitó este martes su ciudad natal de Scranton, Pensilvania, uno de los estados decisivos, en donde se reunió con sindicatos y votantes. En diferentes momentos bromeó y también tuvo un par de confusiones.
“Voy a declarar la victoria ahora”, bromea Biden
Tras el arranque de la votación que por tradición inicia a la medianoche en Dixville Notch, un pueblo de doce habitantes en el noreste de Estados Unidos, donde Biden ganó todos los votos, el candidato bromeó sobre los resultados.
“El primer lugar en el país que votó, a la medianoche, es un lugar en New Hampshire llamado Dixville Notch, y siempre miramos quién gana allí. Somos los primeros, como me dijeron, en ganar allí por unanimidad, los cinco votos. Entonces, basado en la noción de Trump, voy a declarar la victoria ahora. ¿Entienden? Se acabó la votación”, dijo de broma, ante las risas de los presentes.
Asimismo, Biden, con un altavoz, aseguró que ya hay más de 110 millones de personas que han votado en los Estados Unidos.
“Están esperando hasta 150 millones, la mayor participación de la historia. Y, por cierto, amigos, si no han sacado a todos, sáquenlos. Esto no se acaba hasta que se acaba; y cuando termine, vamos a ganar Pennsylvania gracias a ti”, reiteró.
Las confusiones de Biden
Joe Biden cometió este martes una serie de lapsus de confusión, anunciando a sus simpatizantes que iba a presentarles a su hijo Beau, ya fallecido, y después dijo que quería anunciar a su hija Natalie, pero señalando a otra de sus nietas.
Biden estaba hablando en Filadelfia, la mayor ciudad de Pensilvania, uno de los estados clave en la elección, cuando se confundió.
“Aquí está mi hijo Beau Biden, que muchos de ustedes ayudaron a elegir al Senado de Delaware. Y aquí está mi nieta Natalie”, afirmó estrechando a su nieta Finnegan.
Biden hizo las declaraciones en Pensilvania y no en Delaware, donde la gente votó para elegir a su hijo como fiscal general y no como senador.
Al darse cuenta de su error, Biden reculó y dijo: “Ah, no esperen, ella no es, es la otra”.
La pérdida de capacidad cognitiva de Biden ha sido un tema durante toda la campaña, desde las primarias demócratas. Su rival, el mandatario Donald Trump hace constantes referencias a sus errores e incluso proyecta grabaciones en sus mitines de campaña para entretener a los asistentes.
El político de 77 años lidera las encuestas de intención de voto y confía en llegar a la Casa Blanca.
El momento íntimo en la casa fue en realidad una repetición de un momento en la campaña electoral en 2008 cuando firmó una pared de un dormitorio durante su segunda candidatura presidencial, una que terminó temprano, pero llevó a Barack Obama a elegirlo como compañero de fórmula para vicepresidente.
Así, esta se ha convertido en una especie de tradición para el hombre de 77 años, quien se desempeñó durante más de tres décadas como senador de los Estados Unidos desde el vecino Delaware, donde la familia se mudó cuando Biden tenía 10 años, para regresar a sus raíces.
Además de esta parada, Biden, se reunió también con viejos vecinos e hizo otras paradas en la ciudad.
Por la mañana, antes de ir a Pensilvania, Biden asistió a misa en Wilmington, Delaware, donde reside. En esa iglesia a la que va todos los domingos están las tumbas de su hijo Beau, y de su primera esposa y pequeña hija.