Anna Yuryevna Popova, alta funcionaria del sector salud en Rusia, dijo a ciudadanos vacunados o que se vayan a vacunar contra el coronavirus (COVID-19) con el antídoto Sputnik V, que lo recomendable es no beber alcohol por al menos dos semanas tras recibir la primera de dos inyecciones, y deberían seguir absteniéndose de consumir esos productos por otros 42 días.
Durante una entrevista otorgada a la estación de radio Komsomolskaya Pravda, Anna Yuryevna Popova, quien es jefa del Servicio Federal de Supervisión de la Protección de los Derechos del Consumidor y el Bienestar Humano de Rusia, comentó que los vacunados COVID-19 no deben beber alcohol, lo que generó críticas en un país que encabeza, a nivel mundial, el consumo de estas bebidas.
Rusia y su consumo de alcohol
De 1990 al 2000, según un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rusia alcanzó críticos niveles de consumo de alcohol en su sociedad, lo que incluso orilló a una “crisis de mortandad”. Desde 2003, el Gobierno de Rusia implementó medidas para disminuir el consumo, y los resultados se ven reflejados hasta la actualidad, aunque aún se lucha por disminuir más esta preferencia:
“Un nuevo estudio vincula el descenso en el consumo de alcohol en Rusia con el aumento de la esperanza de vida. El consumo total per cápita ha ido disminuyendo desde 2003 y se redujo hasta 43% en 2016. La disminución del consumo de alcohol provocó que entre 2003 y 2018 se registrara una disminución de la mortalidad de 39% en hombres y de 36% en mujeres”.
ONU.
¿Vacunados de Rusia sin beber alcohol?
“Esto realmente me molesta”, dijo Elena Kriven, residente de Moscú:
“Es poco probable que no pueda beber durante 80 días y considero que el estrés en el cuerpo por dejar el alcohol, especialmente durante un período festivo, sería peor que los (efectos secundarios de la) vacuna y sus presuntos beneficios”.
Elena Kriven se refirió a las fiestas de Año Nuevo. Muchos rusos pasarán los primeros 10 días del próximo año en casa o en el extranjero, período asociado con un mayor consumo de alcohol. Anna Yuryevna Popova advirtió que el alcohol reduciría la capacidad del cuerpo para desarrollar inmunidad al COVID-19: “Es tensión para el cuerpo. Si quiere estar sano y tener una respuesta inmunitaria fuerte, no debe beber alcohol”.
El Gobierno de Rusia “debió haber hablado (sobre no beber alcohol) desde el principio”, escribió el usuario de Facebook Pavel Goriachkin. “Es absolutamente imposible para la mayoría de la gente en nuestro país”. Por su parte, Konstantin Roninyo, otro usuario, escribió: “Ni siquiera yo no me apuntaré a esto, a pesar de que rara vez bebo. ¡Tomar una copa en Año Nuevo es sagrado!”
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