Los incendios forestales que asolaron el oeste de Estados Unidos, incluido el de Oregón, y parte de Canadá, arrojaron humo y hollín (sustancia negra, muy fina y grasienta) este miércoles hacia el extremo este estadounidense, causando cielos nubosos en lugares tan lejanos como Nueva York.
Fotografías y videos que circulan en redes sociales dan cuanta del humo y hollín que fue visible en gran parte de Estados Unidos. La gente de ciudades distantes a los incendios reporta que la contaminación en el aire se siente en los ojos, la nariz y los pulmones.
- Las corrientes de aire han llevado humo y cenizas a miles de kilómetros.
En el horizonte de Manhattan, en Nueva York, es visible una neblina gris derivada de los incendios forestales. Las autoridades alertan que el índice de la calidad del aire para las partículas finas alcanzó 170, un nivel considerado dañino.
Por su parte, ciudades del noreste, incluidas Boston, Hartford y Connecticut, tenían lecturas por encima de los 150, por lo que se recomendó a los residentes de esas zonas a que usaran cubrebocas al aire libre para limitar la exposición.
Los incendios forestales también crecieron en ambos lados de la Sierra Nevada de California. En el condado de Alpine, el incendio Tamarack provocó evacuaciones de varias comunidades y creció a 158 kilómetros cuadrados sin contención. Y el incendio de Dixie amenazaba a pequeñas comunidades en la región del valle del río Feather.
Los científicos aseguran que la creciente frecuencia e intensidad de los incendios forestales se pueden atribuir a la sequía prolongada y al calor extremo derivado del cambio climático, lo que hace más difícil combatirlos.