Estados Unidos ampliará a Cuba, Haití y Nicaragua los permisos migratorios de su programa de acogida que hasta ahora sólo incluía a ciudadanos de Venezuela, mientras que México recibirá al mes a 30 mil migrantes de dichas naciones a su espera para poder cruzar la frontera, según anunció el presidente Joe Biden.
Con una estrategia segura y humanitaria
En mensaje a medios de comunicación, el mandatario estadounidense también hizo un llamado a que los centroamericanos no intenten llegar a la frontera común con México sin antes haber iniciado el proceso para ser aceptados en el programa de permisos migratorios para personas con lazos en el país, pues aseguró que, de ser rechazados y después capturados al entrar ilegalmente a EU, renunciarán automáticamente a dicho trámite, además de tener prohibida la entrada durante cinco años.
“No vengan a la frontera”, pidió el demócrata a los centroamericanos, sin haber iniciado su proceso legal, al resaltar que la medida se da después de la ola de cifras récord en arribos de venezolanos que han buscado cruzar ilegalmente la frontera en los últimos meses, pues apuntó que se llegaron a registrar hasta 100 mil al mes, cifras que descendieron a 250 con la implementación de este programa.
Para ello, puntualizó el mandatario, los nacionales de los cuatro países sólo necesitan inscribirse en el programa, a la par de contar con un patrocinador con residencia legal en Estados Unidos y cumpla los requisitos, además de superar los controles de antecedentes, tras lo que obtendrán el permiso para ingresar a EU, así como la autorización para trabajar en su territorio.
Asimismo, durante su discurso en la Casa Blanca, Biden acotó que ésta es una estrategia “segura y humana” frente al sistema migratorio “roto”, poco después de que la misma Presidencia anunció que Estados Unidos permitirá la entrada de hasta 30 mil migrantes al mes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, a la vez que endurecerá las restricciones en la frontera con México, que visitará este fin de semana.
A la par, subrayó que el fortalecimiento de la línea divisoria será uno de los temas centrales durante la reunión que tendrá la próxima semana con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a su vez propondrá la integración del continente americano, así como la creación de un plan de desarrollo para toda la región.
“Tenemos una agenda apretada”, recalcó respecto a la cumbre de Líderes de América del Norte, en la que también participará su homólogo canadiense, Justin Trudeau, a la vez que añadió que “una parte importante de esa agenda es reforzar la frontera entre nuestros países”.
Le “echa la bola” al Congreso
Por otra parte, tras recordar que sigue vigente la aplicación del Título 42, que pese a sus intentos mantuvo la Corte Suprema, y que permite la deportación rápida en el contexto de la pandemia de COVID, Biden reprochó al Congreso por no colaborar en una solución permanente.
En este sentido, afirmó que, aunque a fin de año los legisladores demócratas y republicanos trabajaron en conjunto para evitar el cierre del gobierno (shutdown) por la falta de aprobación del presupuesto, se han negado a hacer lo mismo en el tema migratorio.
Agregó que su administración ha destinado una inversión récord para la instalación de tecnología de punta para reforzar la seguridad en la frontera, puntualizando la necesidad de que el Congreso destine mayores recursos para esto, así como atender la llegada de migrantes.