El papa Francisco anunció el domingo que nombrará a 13 nuevos cardenales católicos el próximo mes, entre ellos el arzobispo de Santiago de Chile, Celestino Aós Braco, el primer “príncipe de la iglesia” afroestadounidense y un predicador franciscano de la casa papal.
Francisco realizó el sorpresivo anuncio desde su ventana con vistas a la plaza de San Pedro del Vaticano al cabo de su Ángelus semanal. El sumo pontífice indicó que serían designados el 28 de noviembre.
Será “una ceremonia inusual y posiblemente sin precedentes, celebrada en mitad de la actual pandemia global”, declaró Joshua McElwee, experto del Vaticano en el National Catholic Reporter.
El Vaticano ha estado en alerta máxima por la salud del papa, de 83 años, tras una serie de casos de covid-19 dentro de la pequeña ciudad estado, y una ceremonia así podría presentar riesgos para los participantes de edad avanzada.
Nueve de los nuevos cardenales tienen menos de 80 años, y por tanto son elegibles para participar en los cónclaves secretos para seleccionar al jefe de los mil 200 millones de católicos del mundo.
Además de ese papel clave, los cardenales, que visten sombreros rojos y son conocidos como “príncipes” de la Iglesia católica, a menudo también ocupan los más altos cargos administrativos en la institución centenaria.
Entre los 13 cardenales, se encuentra el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, de 72 años, que será el primer cardenal afroestadounidense, así como el sacerdote italiano Raniero Cantalamessa, de 84 años, que ha servido de predicador para tres casas pontificias.
El obispo italiano Marcello Semeraro, un aliado de Francisco que asumió la prefectura de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, después de que su predecesor el cardenal Angelo Becciu fuera despedido por acusaciones de malversación, obtiene igualmente el capelo de cardenal.
También lo hará Maltese Mario Grech, jefe del sínodo de los obispos, un cuerpo consultivo papal al que Francisco ha recurrido para implementar su renovación pastoral de la iglesia.
Entre el resto, figuran Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali, en Ruanda; Jose Fuerte Advincula, el arzobispo de Cápiz, en Filipinas; y el español Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago, en Chile.