Al menos 62 personas privadas de su libertad (PPL) han muerto tras amotinamientos que estallaron este martes en tres cárceles de Ecuador, ubicadas en Guayaquil, al suroeste, y las ciudades andinas de Cuenca y Latacunga, ambas en el sur, informó el departamento de Criminalística de la Policía nacional a través de redes sociales.
La violencia se apoderó de las cárceles del puerto de Guayaquil y Cuenca y Latacunga, en Ecuador, pero la policía aclaró que está “gestionando” el control y la paz al interior de los centros de readaptación social. Lenín Moreno, presidente del país sudamericano, se manifestó sobre lo sucedido en su cuenta de Twitter, comentando:
“Organizaciones criminales realizan acciones de violencia simultáneas en (varias cárceles de Ecuador). La policía, en coordinación con el ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño Castillo, está actuando para retomar control de (los centros) en Guayaquil, Cuenca y Latacunga”.
Se desata la violencia en Ecuador
- Se sabe poco sobre los siniestros al interior de las cárceles.
- También se desconoce si los amotinamientos están relacionados.
Patricio Pazmiño Castillo comentó en Twitter que, ante la acción concertada de organizaciones crimínales para generar violencia en las cárceles del país, él organiza desde el Puesto de Mando Unificado acciones para así recuperar el control y evitar más decesos. No informó si hay agentes de seguridad heridos o muertos tras los siniestros.
Cárceles con problemas crónicos
Temprano, este mismo martes, se informó sobre 10 personas muertas en varios amotinamientos de reclusos en Ecuador, en un aparente plan coordinado de ataques. El comandante de la Policía, general Patricio Carrillo, señaló que se trata de una protesta generalizada en las cárceles, y se teme que la cifra de muertos siga y siga aumentando.
Patricio Carrillo indicó que los incidentes son “críticos”; en diciembre de 2020, amotinamientos en las cárceles de Ecuador a causa de disputas de poder entre organizaciones delictivas dejaron 11 presos muertos y otros siete heridos. En noviembre concluyeron 90 días de un estado de excepción para los centros, ordenado por Lenín Moreno.
Ese estado de excepción se decretó con miras a controlar “mafias” y reducir violencia que de manera constante hay en los centros de reclusión, que albergan a unas 38 mil personas. En medio de la pandemia del coronavirus (COVID-19) y para disminuir sobrepoblación, Ecuador aplicó medidas para quienes cumplían penas por delitos menores, con lo que logró bajar de 42 a 30% el hacinamiento.