En lo que se cree que es una primicia mundial, la capital comercial de China, Shanghái, presentó esta semana un nuevo tipo de vacuna COVID-19 que se inhala, en lugar de administrarse mediante inyección.
Los reguladores chinos aprobaron la vacuna, producida por la firma farmacéutica CanSino Biologics 6185.HK, para su uso como refuerzo, y ahora las primeras personas están comenzando a recibir la vacuna, que se inhala por la boca desde un recipiente que parece una taza de café para llevar con una boquilla corta.
“La primera línea de defensa de nuestro cuerpo es la membrana mucosa de nuestro sistema respiratorio, queremos que se estimule directamente para mejorar la inmunidad y el uso de la vacuna inhalada lo hace”.
Docotor Zhao Hui, director médico del Shanghai United Family Hospital Pudong.
Su hospital fue uno de los seleccionados para administrar la nueva vacuna contra COVID-19, producida por la empresa farmacéutica china CanSino Biologics.
La cuenta de WeChat del Gobierno de Shanghái, al anunciar el lanzamiento de la vacuna inhalable esta semana, dijo que 23 millones de los 26 millones de residentes de la ciudad han sido completamente vacunados contra el COVID-19, y más de 12 millones han recibido vacunas de refuerzo.
