En Bielorrusia, la oposición volvió a manifestarse este domingo en las calles de Minsk para exigir la salida del presidente Alexander Lukashenko, privilegiando numerosos pequeños mítines a la habitual gran marcha organizada en el centro de la capital.
Según los medios de comunicación locales, se organizaron varias decenas de concentraciones en diferentes barrios de Bielorrusia.
- El domingo pasado se realizaron unas 30 concentraciones de la oposición en Bielorrusia.
“En Minsk y en otras ciudades de Bielorrusia, los manifestantes se reúnen localmente en largas columnas, a pesar de algunas detenciones de transeúntes absolutamente aleatorias”
Comentó la cadena Telegram NEXTA Live, que coordina en parte la movilización de la oposición
Según la oenegé Viasna, 35 personas fueron arrestadas hasta ahora, la mayoría en la capital de Bielorrusia.
Dos periodistas de la capital también fueron detenidos en Grodno, en el oeste de Bielorrusia, cerca de las fronteras con Polonia y Lituania.
Por la mañana, se instalaron cañones de agua y otros equipos especiales de las fuerzas del orden en el centro de Minsk y se interrumpió en Bielorrusia la conexión a redes como la mensajería Telegram, que los manifestantes opositores usan para coordinarse.
Se bloqueó también el acceso a las plazas principales, las estaciones de metro del centro de Minsk y los edificios gubernamentales de Bielorrusia.
“Cada marcha es un recordatorio de que la oposición en Bielorrusia no se rendirá. No permitiremos que se nos prive de nuestros derechos y que se cierren los ojos ante los crímenes”
Svetlana Tijanóvskaya, jefa de la oposición exiliada en Vilna
La represión contra la oposición en Bielorrusia
Los opositores en Bielorrusia han organizado manifestaciones semanales con hasta 100 mil participantes, pero la movilización ha decaído en las últimas semanas debido a que es fuertemente reprimida, con miles de detenciones.
La oposición en Bielorrusia lleva casi cuatro meses exigiendo la dimisión de Lukashenko, oficialmente reelegido para un sexto mandato el 9 de agosto a pesar de las acusaciones de fraude masivo.
Con el apoyo de Moscú, Lukashenko, de 66 años y en el poder desde 1994, rehúsa abandonar el cargo y solamente ha mencionado vagas reformas constitucionales en un intento de aplacar las protestas.