Lugareños y turistas en la ciudad de Rovaniemi, Finlandia, pudieron disfrutar de una magnífica exhibición de coloridas auroras boreales en el cielo del Ártico.
El increíble fenómeno natural ocurrió durante la noche del viernes y se prolongó hasta la madrugada de este sábado.
Las auroras boreales comenzaron su danza alrededor de las 10:30 de la noche, hora local, para el deleite de los fotógrafos locales y algunos turistas que visitaban Laponia en el norte de Finlandia.
Las auroras boreales siguieron apareciendo durante varias horas y aunque parecía que el espectáculo estaba llegando a su fin alrededor de las 2 de la mañana, las también conocidas como “luces del norte” volvieron aún más fuertes, iluminando el cielo sin interrupción durante más de 30 minutos en una estela de colores de verdes fluorescentes y blanco a rosa y morado.
El final de septiembre suele ser un buen momento para observar las auroras boreales, resultado de las partículas cargadas eléctricamente del sol que entran en la atmósfera de la Tierra.
¿Qué son las auroras boreales?
Las auroras boreales son uno de los mayores espectáculos de la naturaleza. Esta se produce cuando las partículas cargadas procedentes del Sol chocan con el campo magnético de la Tierra.
Estas partículas procedentes del viento solar son guiadas por el campo magnético de la Tierra y se dirigen hacia los polos. Cuando esas partículas alcanzan nuestra atmósfera chocan con las moléculas de oxígeno y nitrógeno, excitando los átomos y haciendo que estos ganen un electrón.
Transcurrido un rato, al liberarse de ese electrón, devuelven la energía adquirida en forma de luz. Esta luz puede producirse con distinta intensidad y longitud de onda, que afectan al color de la luz que vemos.
El origen de las auroras: el Sol
El Sol, situado a 150 millones de km de la Tierra, está emitiendo continuamente partículas. Ese flujo de partículas constituye el denominado viento solar.
Las partículas del viento solar viajan a velocidades de entre 300 y 1000 km/s, de modo que recorren la distancia Sol-Tierra en aproximadamente dos-tres días. Esto hace que se puedan prever algunas grandes auroras con unos días de antelación.
La actividad solar es variable y cíclica, es decir, cambia constantemente pero sigue ciclos de 11 años. Sin embargo, no es posible predecir la actividad solar y, por tanto, las auroras son siempre una lotería.